Los infartos no se presentan de un momento a otro, sino que el cuerpo lo notifica desde días e incluso meses antes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que las enfermedades cardiovasculares representan la primer causa de muerte en hombres y mujeres de todo el mundo, de ahí la importancia de tener una cultura de prevención.
Las principales causas del aumento de decesos es que los pacientes no se realizan revisiones médicas periódicas, no comen bien pero sobre todo, porque no saben reconocer los síntomas de los infartos.
En el caso de los infartos (que son el principal problema), no se presentan de un momento a otro, sino que el cuerpo lo notifica desde días e incluso meses antes, por lo que es importante aprender a escucharlo.
Cuando vas a tener un infarto, el cuerpo emite las siguientes tres señales:
Debilidad: experimentas fatiga o te cansas rápidamente con movimientos sencillos. Esto ocurre porque cuando las arterias no están limpias, la sangre bombea con mayor dificultad, teniendo como resultado que el corazón trabaje con mayor fuerza.
Mareo constante o sudor frío: cuando hay una mala circulación sanguínea, los músculos y el cerebro son los primeros en resultar afectados. Ante esto, puedes caerte con facilidad, estar mareado o confundido.
Presión en el pecho: comienzas a sentir que tienes algo muy pesado en tu pecho, lo cual se incrementa con el paso de los días.
En caso de que experimentes estos síntomas, no esperes a que se quiten solos, tú puedes evitar un infarto.
Lo que debes hacer es acudir con tu médico inmediatamente para que te analice e indique los medicamentos necesarios para evitar un problema mayor.