Reginald George Foulds, de 60 años, es uno de los 100 aspirantes a formar parte del proyecto Mars One, que busca instalar en el año 2027 la primera colonia de humanos en el llamado planeta rojo.
“Quiero ser un ejemplo para las nuevas generaciones, un legado para los jóvenes y por eso me estoy preparando desde ahora”, dijo Foulds, quien fue piloto, soldado y tiene experiencia en respuesta rápida a situaciones de emergencia.
El piloto canadiense de origen paquistaní es el de mayor edad de los 100 elegidos hasta ahora por el proyecto que surgió en Holanda y que convocó a ciudadanos de todo el mundo para unirse a esta misión espacial, que “sólo tiene pasaje de ida”.
De los más de 200,000 aspirantes que se registraron en 2013, se seleccionó primero a 1,058, luego a 660 y a principios de este año a 50 mujeres y 50 hombres. Del total de los seleccionados hasta ahora, 39 son de América, 31 de Europa, 16 de Asia, siete de África y siete de Oceanía.
La periodista televisiva y maestra Karen Louise Cumming, de 53 años, también seleccionada canadiense, tiene muy bien definida su misión, de pasar a la selección de 24 finalistas en 2016: “Filmar y documentar cómo se establece y se desarrolla la primera misión de humanos en Marte”.
Desde su pequeña localidad de Burlington, Ontario, Cumming se prepara para esta gran aventura.
“Sé que en Marte no comeremos carne, por lo que poco a poco he dejado de comer carne, queso, huevos para volverme vegetariana e incluso vegana”, señaló la canadiense, quien no es casada ni tiene hijos.
Por el contrario, Reginald Foulds sí es casado y tiene un hijo de 33 años y una hija de 30.
“Al principio mi familia no quería ni hablar del tema de Marte hasta que se convencieron de la importancia y de mi determinación, entonces lo aceptaron. Mi esposa me dijo: si eso es lo que quieres hacer pues entonces hazlo”, recuerda el piloto.
Cuando llegó el primer hombre a la Luna, Foulds tenía sólo 11 años, pero desde ahí le nació la inquietud de “andar en los cielos”. Tiene 22 años de experiencia militar como oficial de Infantería en Pakistán. En Canadá ha trabajado para el gobierno de Ontario en las áreas de operativos de emergencias.
Además, se define como un “handy man”, porque sabe de electricidad, plomería, construcción, plantación, medicina, cocina y que se ha enfrentado a situaciones problemáticas usando “la lógica y el conocimiento”.
Respecto a la religión, confiesa que eso es algo “entre Dios y yo” y que posee “altos valores humanos”.
En total son seis los canadienses que integran la selección de 100 aspirantes a colonizar el planeta rojo.
Los entrevistados explicaron que están conscientes de las inclemencias que hay en Marte, cuya temperatura promedio es de 60 grados bajo cero, por lo que vivirán en cápsulas espaciales y saldrán con equipo de astronauta mientras trabajan en la siembra de vegetales.
También conocen que mientras el planeta Tierra tiene 24 horas cada día, Marte tiene 24 horas más 36 minutos y que las comunicaciones digitales que podrán hacer desde el nuevo planeta tardarán seis minutos en llegar a los receptores de la Tierra.
Una de las tareas iniciales del primer grupo de individuos que aterricen en Marte será descongelar el agua que está en los campos arenosos e instalar paneles solares para provechar la energía del Sol.
“En Marte hay más sol que en la Tierra y no hay nubes, por lo que trataremos de aprovechar al máximo la energía solar”, detalló Foulds.
En 2016 el proyecto Mars One escogerá a los 24 hombres y mujeres que formarán parte de la misión a Marte, quienes serán entrenados intensamente y divididos en seis grupos de cuatro personas. El primer grupo comenzaría la travesía a mediados de 2026 para aterrizar en el nuevo planeta siete meses más tarde, en2027. Cada dos años se enviaría a los siguientes grupos de cuatro individuos.
“La gente emigra a diferentes ciudades”, explicó el inmigrante paquistaní, por lo que ve el proyecto Mars One como una nueva aventura de emigrar a otro planeta.
Destacó que en la actualidad la gente viaja todos los días y de un extremo a otro, por lo que no descartó que “en pocos años haya taxis espaciales”.
“Estoy seguro que después de la primera misión a Marte, mucha más gente, sobre todo jóvenes, querrán entrenarse para ir al planeta rojo”, aseguró Reignald, quien se prepara física y psicológicamente para desempeñar un buen papel, de pasar a la ronda final.
Por su parte, Karen Louise Cumming manifestó que siempre ha tenido el apetito aventurero y que su experiencia como voluntaria en India, China y Haití le servirá para sobrevivir en un planeta diferente.
“Como periodista tendré el privilegio de documentar la colonización en un nuevo planeta; mi misión será informar al resto de la humanidad sobre cómo serán nuestros días en ese planeta”.
Por ahora Karen cuida su salud, hace ejercicio, lee mucho y ve películas sobre misiones espaciales.
Confía en que cuando el primer hábitat humano esté terminado “podremos vivir como alguien que está en una casa en Siberia o Alaska”.
Los entrevistados manifestaron confiar plenamente en el proyecto y en los científicos espaciales de Holanda e internacionales, quienes los prepararán y llevarán a colonizar Marte.
“No estoy temerosa por el frío, nosotros queremos ir sin importar que la temperatura esté a más o menos 60 grados, haremos lo que sea necesario”, expresó Cumming.
La canadiense explicó que sus dos hermanos la han apoyado desde el principio y que su madre, de 95 años, ha ido entendiendo poco a poco que su hija posiblemente se irá a vivir a otro planeta.
“Mi trabajo será documentar lo que pasa allá, no tengo ninguna razón para regresar, mi trabajo es estar allá”, agregó.
En tanto, Reiginald Foulds señaló que desea convertirse en “una inspiración para las nuevas generaciones”.
Los coordinadores de Mars One afirman que los voluntarios que no sean seleccionados en la primera ronda podrán inscribirse en la segunda ronda para ser entrenados y potencialmente enviados para seguir colonizando el planeta rojo.