El estado de Sonora podría estar rondando los mil casos de fiebre chinkungunya, debido a que la Secretaria de Salud ha confirmado un total de 265 pacientes y continúan en análisis más de 700 muestras sospechosas en el laboratorio estatal.
Sin embargo, la cifra podría ser mucho mayor ya que según el Secretario de Salud, Gilberto Ungson Beltrán, por cada diagnostico positivo existen al menos tres o cuatro casos que no han sido confirmados, por lo que en los próximos días intensificarán las labores de descacharre y fumigación para inhibir la proliferación del mosquito Aedes aegypti, vector de enfermedades como la chinkungunya, el dengue y zika.
«Tenemos ahorita 265 pacientes confirmados con chinkungunya, pero además tenemos sueros en proceso de ser analizados y de ser confirmados éstos, alrededor de unas 700 muestras más en sospecha», aseguró Ungson Beltrán.
El Secretario de Salud en el Estado también detalló que hasta la semana epidemiológica número 47 (24 al 30 de noviembre) se habían diagnosticado dos mil 574 casos por dengue, de los cuales dos mil 45 casos corresponden a dengue clásico y 529 del tipo hemorragico, que representa la manifestación más grave de esta enfermedad.
Estadísticas que ubican a Sonora como la segunda entidad de la República Mexicana con más casos por dengue, solo por debajo de Veracruz donde a la fecha se han registrado 3503 casos, sin embargo, en Sonora la tasa de incidencia es mayor, con 87 casos por cada 100 mil habitantes, en comparación a Veracruz que presenta 43 casos por cada 100 mil habitantes.
«El mosquito sobrevive también a las bajas temperaturas, por eso vamos a intensificar las campañas, para combatir al mosco y no solamente dengue o Chikungunya, porque transmite otras enfermedades también», agregó el Secretario de Salud quien lanzó un exhorto a la ciudadanía para que mantengan sus patios y jardines libre de cacharros.
Cabe recordar que el ex secretario de Salud, Bernardo Campillo García, colaborador cercano del ex mandatario panista Guillermo Padrés, protagonizó decenas de escándalos por corrupción y malversación de recursos públicos que llevaron a la dependencia estatal al borde de la quiebra, al grado que en los hospitales no había abasto de medicamentos del cuadro básico como el paracetamol que se requiere como tratamiento del dengue, además que los casos por dengue y chinkungunya no se diagnosticaban apropiadamente por falta de reactivos y mucho menos se fumigaban las zonas de riesgo para estas enfermedades.