Personas en todo el mundo están confundidas sobre la grave amenaza para la salud pública que implican las bacterias resistentes a los antibióticos y no saben cómo detener ese riesgo creciente, dijo el lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mediante un sondeo de concienciación pública, la agencia de salud de Naciones Unidas halló que 64 por ciento de los consultados cree erróneamente que los fármacos basados en la penicilina y otros antibióticos pueden tratar resfríos y gripes, pese a que esos remedios no tienen impacto sobre los virus.
Cerca de un tercio de los encuestados también consideró equivocadamente que debía dejar de tomar los antibióticos al sentirse mejor, en lugar de completar el tratamiento recetado, señaló la OMS, cuyo sondeo coincide con el lanzamiento de la campaña mundial: «Antibióticos: manéjalos con cuidado».
«Los resultados de esta encuesta destacan la necesidad urgente de mejorar la comprensión del problema de la resistencia a los antibióticos», dijo el doctor Keiji Fukuda, representante especial de la OMS sobre el tema.
«Uno de los principales retos del siglo XXI en materia de salud exigirá que el comportamiento de las personas y las sociedades cambie en todo el mundo».
La resistencia a los antibióticos ocurre cuando una bacteria muta y se adapta para volverse resistentes a los antibióticos usados para tratar las infecciones que causa. El uso excesivo e indebido de esos fármacos aumenta el desarrollo de bacterias resistentes a la medicación.
Las infecciones con estas bacterias resistentes a los fármacos -incluidas formas de tuberculosis, fiebre tifoidea y gonorrea- causan la muerte de cientos de miles de personas cada año, y la tendencia está creciendo.
«El aumento de la resistencia a los antibióticos es una crisis de salud mundial. En todas partes del mundo está llegando a niveles peligrosamente altos», indicó la directora general de la OMS, Margaret Chan, al presentar los resultados del sondeo, realizado a 10 mil personas en 12 países.
«La resistencia a los antibióticos está poniendo en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas y socavando muchos adelantos de la medicina», agregó Chan.