En el sur de Sinaloa, los brotes de violencia, con masacres en la sierra, ejecuciones y atentados de jefes policiacos en ciudades, reflejan el renacimiento de una nueve disputa, entre el Cártel del Pacífico y los Beltrán Leyva.
Los viejos rivales que vuelven a disputarse el control de un largo corredor natural que surca la sierra, desde los límites con Nayarit hasta el municipio de San Ignacio, cuentan con grupos aliados que procede de los estados de Chihuahua, Durango y Nayarit.
Una larga franca, en la que se inscriben los municipios de Escuinapa, el Rosario, Mazatlán y San Ignacio, son escenarios de continuos choques armados.
En este nuevo escenario, se inscribe el hallazgo, en junio pasado, de los cuerpos de siete cortadores de maderas, decapitado, en un camino entre las comunidades de Cacalotán y Picachos, en la sierra del municipio del Rosario.
Meses antes, en un camino que comunica el poblado de los Brasiles, en lo alto del municipio de San Ignacio con Tayoltita, Durango, trece personas, entre ellas, cinco mujeres resultaron muertos, en un enfrentamiento entre grupos rivales.
La versión oficial que se dio, fue en el sentido que se trató de un ataque directo contra familiares, de Librado Gamboa Rúelas, identificado como operador del Cartel del Pacífico, cuya muerte, en un supuesto atentado hace más de dos años, es un misterio.
San Ignacio, con una población de veinte mil 442 habitantes, sólo dispone de 19 elementos de la Policía Municipal, de una fuerza inicial de 60 agentes que tenía, a su mando al inicio de su trienio el alcalde, Amado Loaiza Perales.
“Yo no puedo sólo con los brotes de violencia, requiero apoyo del ejército”, fue la respuesta del primer edil, quien en el pasado periodo vacacional de Semana Santa, suprimió los bailes públicos y la venta de cerveza en los centros vacacionales.
Es difícil perseguir, con una escasa fuerza policiaca a grupos armados que se mueven con rapidez, por la sierra y se refugian en comunidades del vecino estado de Durango.
Desde fines del 2015, la incursión de grupos armados por las fronteras con Nayarit y Durango, se tienen documentas, con hechos de violencia, tal es el caso, del atentado contra el jefe de la Policía Municipal del Rosario.
El coronel en retiro del ejército, Miguel España Rodríguez, a escasos días de su nombramiento, en la Dirección de Seguridad Pública, fue blanco de un ataque en un restaurante, mientras desayunaba, uno de sus escoltas perdió la vida.
A juicio de los alcaldes de Mazatlán y el Rosario, así como del Jefe de la Policía Ministerial del Estado, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez, los actos de violencia que se han escenificado en el medio rural y urbano, no implican que la seguridad salió de control.
La visión del ejército, por voz del comandante de la Tercera Región Militar, general Alfonso Duarte Múgica, es que grupos armados de Chihuahua, Durango y Nayarit fortalecen al cartel del Pacífico y a los Beltrán Leyva, en sus disputas.
En reunión con empresarios turísticos, el jefe militar en la región de Durango y Sinaloa, les notificó, el despliegue de un intenso operativo, sobre todo a lo largo de la carretera México/ Nogales que conecta con la frontera de Nayarit.
Se conoció que a inicios del mes de junio, tropas del ejército, descubrieron un campamento, en la comunidad del Corredor en disputa.
Desde hace más de tres décadas, la franja serrana del sur del estado, se convirtió en una zona, donde han proliferado las gavillas, asociadas, en un tiempo a lo que inició como el cártel de Sinaloa, con Ismael Zambada García a la cabeza.
La zona que entró en conflicto, con las primeras incursiones de grupos vinculados al cartel de los Arellano Félix, los cuales, intentaron apoderarse de la región, donde florece la mariguana y la amapola.
José Arturo Flores Guzmán, presidente municipal del Rosario, el cual cuenta con una población de 53 mil 772 habitantes dijo que es necesario replantear los esquemas de seguridad, ante la nueva escalada de violencia, sobre todo en la sierra.
Señaló: “Con el fenómeno cucaracha”, se requiere de acciones conjuntas con otros municipios y con las diversas instancias federales y estatales.
Los grupos delictivos, cruzan las fronteras con Durango y Nayarit o se desplazan más al norte para eludir los operativos de las policías o el ejército, por lo que se requiere de acciones, desde varios frentes para frenarlos
El primer edil, desde el año pasado, justificó el reforzamiento de su seguridad personal.
Sobre su protección, Flores Guzmán, precisó: “no temo alguna agresión, es sólo una medida prevención”.
El alcalde, José Arturo Flores, expuso: “se requiere que el ejército, coloque una base en la zona serrana para cortar el paso, a los grupos delictivos”.
En Mazatlán el retorno de la violencia
A inicios del segundo año, como gobernador, Mario López Valdez, sufrió en el puerto de Mazatlán un ataque a tiros, en uno de sus negocios de ferretería, ubicado, en la colonia Sánchez Celis, por dos hombres que viajaban en una motocicleta
Los delincuentes que intentaron incendiar el local con estopas empapadas con gasolina a las que les prendieron fuego, asesinaron al empleado Jorge Luis Tirado y lesionaron al trabajador del negocio, Gabriel Lizárraga Hernández.
El mensaje, se dijo provenía de una célula de los Beltrán Leyva.
Una nueva embestida de violencia, por la disputa por la plaza, volvió a encender los focos de alerta en Mazatlán.
Enfrentamientos, en el medio rural, urbano y continuas ejecuciones, como la registrada en forma reciente, en el hospital General, donde el paciente, Inés Tiburcio N, quien se recuperaba de una lesión de bala fue rematado a tiros
En el nuevo escenario de violencia que envuelve el puerto, en el que se han contabilizado treinta y tres homicidios dolosos, entre los meses de mayo-junio, entre ellos, de cinco mujeres, algunas de ellas, sus cuerpos abandonados a orilla de carreteras.
Samuel Lizárraga Camacho, subdelegado del Instituto Mexicano del Seguro Social y su escolta, el ex oficial del ejército, Jesús “N”, hace unos días, fueron víctimas de un atentado a tiros, sobre la avenida del Mar, en transitada avenida.
“Con una población de 650 mil habitantes, es difícil que no suceda nada”, fue la respuesta del presidente municipal de Mazatlán, Carlos Feltón González.
A su juicio, los enfrentamientos, las ejecuciones en la vía pública y los hallazgos de cuerpos mutilados o masacrados, “no implican que haya focos rojos”, en su territorio.
Dijo que se diseñó una nueva estrategia para blindar el puerto y enviar un mensaje de seguridad a los miles de vacacionistas que visitan en verano las playas, por lo que se puede percibir la presencia militar y de la marina en carreteras y a la policía en la ciudad.
El alcalde del puerto, detalló que su fuerza policiaca registra un déficit de 250 elementos, cuyas plazas no se han logrado cubrir, por tener aspirantes aptos, con certificación del área de control de confianza.
Urge el sector privado a la autoridad
José Ramón Manguart Sánchez, de la Asociación de Hoteles Tres Islas urgió a las autoridades de los tres niveles entrar en acción y restablecer la tranquilidad en la ciudad y sindicaturas, ante la cercanía del periodo vacacional.
Subrayó que el ramo turístico, no desea volver a la situación que se vivió entre los años 2010-2010, en los que se perdieron los arribos de los cruceros al puerto.
“En el combate a la delincuencia, no se ha bajado la guardia”, afirmó el jefe de la Policía Ministerial del Estado, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez.
“Como un problemita”, defino la situación que prevalece en el puerto, el comandante de la corporación de investigación.
Aguilar Iñiguez, anticipó que se va a concentrar una mayor fuerza policiaca en Mazatlán, con respaldo de un helicóptero.
“Ni un paso atrás, se va a dar en materia de seguridad”, refrendó el gobernador del Estado, Mario López Valdez.
El mandatario estatal admitió que hay problemas en seguridad pública en el sur del estado, pero no se ha bajado la guardia, prueba de ellos que en forma conjunta con las fuerzas federales se desplegó operativos para inhibir los actos delictivos.