Una inadecuada cloración en el agua, es factor determinante para incrementar el riesgo de enfermar por la llamada amiba de la vida libre, por lo cual es muy importante evitar bañarse en depósitos no sujetos a este tratamiento, informó el director de Salud Pública Municipal, José Luis Alomía Zegarra.
El funcionario municipal explicó que en México, Sonora y Hermosillo, circulan las variedades Naegleria y Acanthamoeba de este protozoario, cuya vía de entrada al organismo son las fosas nasales, en tanto que su efecto en la salud consiste en una meningoencefalitis.
La letalidad por el contagio es muy alta, alertó, del 80 por ciento, aunque el promedio de casos en Sonora es bajo, es decir, un promedio anual de tres en toda la entidad, según las estadísticas de los últimos cinco años.
Recomendó a la ciudadanía tener en cuenta este riesgo de salud y actuar en consecuencia, con cuidados básicos como evitar sumergirse en cuerpos de agua como canales, pilas y albercas no sanitizadas. En este último caso, mencionó, la Secretaría de Salud tiene programas permanentes de verificación que implican la clausura inmediata cuando se detecta ya sea a la amiba o los quistes que ésta produce.
Los síntomas de los enfermos por este protozoario inician entre el segundo y tercer día de la exposición, con dolor de cabeza en la parte central y laterales de la frente y, en una siguiente etapa, en la nuca, el cual se incrementa con los movimientos del cuello. Mencionó que para fines de un diagnóstico adecuado, es importante informar al médico si se estuvo en contacto con agua no clorada y, por lo tanto, ante el riesgo de contagiarse con la amiba de la vida libre.
Alomía Zegarra aclaró que el agua de mar no representa riesgo para este caso, porque el microorganismo no sobrevive a la salinidad.