La fiscalía ambiental inició una investigación para determinar las causas de la contaminación con sulfato de cobre del arroyo Milpillas en el municipio de Santa Cruz, Sonora; donde los lugareños denunciaron que la mina La Perreña, realizó descargas residuales.
En comunicado de prensa, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detalló que un grupo de especialistas inspeccionan un tramo de aproximadamente 1.8 kilómetros a lo largo del afluente, además de propiedades como ranchos alrededor del sitio, donde se confirmó la presencia de manchas irregulares color azul turquesa.
“Independientemente de los resultados de las investigaciones la empresa minera en acuerdo y bajo supervisión de la Profepa, tomó muestras del suelo, subsuelo y piedras del lugar donde aparece la coloración turquesa y las envió para su análisis en laboratorios certificados”, dicta el boletín oficial.
Derivado de los primeros análisis al torrente, la fiscalía señala que los niveles de acidez en el agua están dentro de la norma, además excusa a la empresa al señalar que en la zona hay tantos metales que incluso están expuestos.
“En estudios preliminares que practicaron funcionarios de Profepa, las mediciones de pH arrojaron que los niveles están dentro de lo permisible según la Norma Oficial Mexicana 001 de Semarnat con 7.8, cuando lo máximo permitido es 9; cabe recordar que la zona montañosa donde se encuentra este río es rica en minerales, principalmente cobre, al grado de que se encuentra a la intemperie”, agrega.
Ésta investigación la inició Profepa en respuesta a denuncias de los habitantes del ejido Miguel Hidalgo quienes detectaron que el lecho del río y las piedras están impregnadas de sulfato de cobre, además que a su paso la mancha provocó la muerte de especies de flora y fauna; en los recorridos por la zona manchada participan funcionarios de la dependencia federal, los denunciantes y personal de la mina Perreña, que pertenece al grupo Peñoles.
