Las acciones realizadas para mejorar la administración y uso de recursos económicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como el crecimiento del empleo en el país, que se traducen en aumento en las cuotas obrero patronales, dieron un respiro a la viabilidad financiera del organismo. No obstante, se prevé que esta viabilidad sólo dure hasta 2019, cuando se agoten los recursos de la reserva del Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM).
El Informe sobre la Situación Financiera del instituto 2015-2016 señala que desde hace dos años la directiva empezó a utilizar dichos recursos para cubrir faltantes, en particular los que genera el pago del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), al que tienen derecho 222 mil 793 trabajadores.
Incluso, advierte que el crecimiento de la nómina del esquema de retiro de los empleados del IMSS –cuyos beneficios son mayores respecto de los del sector privado– sigue siendo el mayor reto que enfrenta el organismo y lo será hasta 2030, cuando la tendencia en la cantidad de personas que dejen de laborar empezará a disminuir.
Mientras, en 2016, se tiene proyectado que la nómina del RJP crecerá 6.9 por ciento en términos reales respecto de 2015. En los siguientes siete años (es decir, a 2023) ese rubro de gasto aumentará cinco por ciento anualmente.
Desglose de gastos
El informe que el instituto presentó el pasado jueves al titular del Poder Ejecutivo y al Congreso de la Unión señala que entre 2000 y 2015 el gasto de operación creció 80 por ciento en términos reales, pero con diferencias entre los distintos rubros.
Mientras el pago de materiales y suministros se mantuvo constante en 15 por ciento del total, el del RJP pasó de representar 6.6 por ciento en 2000 a 19 por ciento en 2015.
Los salarios de los trabajadores activos pasaron de 50.4 por ciento del gasto de operación a 47.7 por ciento en esos 15 años.
Por servicios generales, el IMSS erogaba 6.5 por ciento de sus recursos y los subió a 9.5 por ciento. En cambio, el presupuesto para inversión física (construcción de clínicas y hospitales) se modificó de 4.9 a 0.8 por ciento del presupuesto en el mismo periodo.
En el apartado sobre la situación financiera, el documento señala que en el ejercicio 2015 los ingresos de operación ascendieron a 354 mil 102 millones de pesos y el gasto fue de 341 mil 257 millones; es decir, el resultado es desfavorable en 12 mil 845 millones de pesos. Estas cifras no consideran el costo neto de las obligaciones del RJP.
Al incorporar lo que significa para el IMSS cubrir el sistema de retiro de sus empleados, el año pasado debería haber contado con 779 mil 924 millones de pesos. Si este dato se registrara contablemente, implicaría que el déficit institucional ascendería a 701 mil 110 millones esos.
Estos recursos carecen de fuente de financiamiento en la actualidad y son los que el IMSS está obligado a cubrir en los siguientes años conforme los trabajadores cumplan con los requisitos para retirarse, es decir, una antigüedad de 27 años las mujeres y 28 años los hombres, sin importar su edad.
Para aliviar la situación económica institucional, se tomaron diversas medidas para mejorar la eficiencia en la administración y uso del dinero disponible para garantizar una mayor calidad en la prestación de los servicios médicos con una perspectiva de corto y mediano plazos.
De esta manera, la dirección general del IMSS pudo extender la viabilidad financiera del organismo, la cual, según los informes anteriores, sólo estaba asegurada hasta el primer trimestre de 2015, cuando se agotaron los recursos del Fondo Laboral y las reservas institucionales con que se hizo frente a las necesidades económicas entre 2007 y 2012.
Todavía en un escenario de corto plazo, el informe prevé que al final de 2016 los ingresos llegarán a 570 mil 52 millones de pesos y el gasto ascenderá a 568 mil 59 millones de pesos, es decir, habrá un excedente de mil 994 millones de pesos antes del incremento de reservas y un déficit de 10 mil 253 millones de pesos después de la acumulación de las reservas y Fondo Laboral.
Ese faltante se cubrirá con los recursos de la reserva del SEM, y lo mismo ocurrirá con las necesidades que tendrá el IMSS para cubrir la plantilla de personal para las nuevas clínicas y hospitales que se construirán en los próximos dos años.
Para 2020 quedarán en las reservas del SEM 26 millones de pesos, pero se requerirán 13 mil 133 millones de pesos para mantener el equilibrio financiero.