La versatilidad de los pescados mexicanos inspira recetas que integran el sabor tropical con ingredientes de tradición: plátano macho, chile verde, tomate, cebolla y hoja santa.
Los beneficios y propiedades nutricionales de los productos del mar se maximizan con la fusión de vegetales y frutos; una opción para cocinar es Pescado al pipián y hoja santa, la chef Gaby Ruiz Lugo del restaurante Carmela & Sal lo prepara con robalo, cebolla, epazote, plátano macho y -entre Mone y Pipián-, una mezcla que integra los sabores de Tabasco y Puebla.
Primero, el robalo se sella con aceite y sal de grano, se cocina en horno de carbón. Se sirve sobre el –entre mone y pipián- que se elabora con semilla de calabaza, tomate verde y chile; se decora con cebollas asadas y láminas de plátano frito; se acompaña con tortillas de maíz.
Los platillos de esta cocina se inspiran en los ingredientes de nuestra tierra, destacan los aromas de frijol, cacao, vainilla, naranja, uva y sal, elemento que aporta la sazón perfecta a cada receta, además del reconocimiento a la labor que realizan los productores de estos alimentos.
En Carmela & Sal cocinan con productos tabasqueños y locales; cuidan que éstos sean frescos, en el caso del pescado, lo traen directo del mar de Tabasco. Cada plato cuenta una historia de los sabores y aromas que conjuntan la gastronomía mexicana.
México es un importante productor y consumidor de pescados; en el territorio nacional más de 300 mil personas se dedican a las actividades pesqueras y acuícolas, su trabajo coloca a nuestro país en el número 17 de producción pesquera y el 24 en producción acuícola.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) destacó que a nivel nacional, este sector registra una producción de un millón 700 mil toneladas al año; nuestro país se ubica en el cuarto lugar de producción de atún en el mundo y séptimo en sardina.