El gobierno de Estados Unidos colabora en el entramiento de «super soldados» mexicanos.
De acuerdo con el diario Milenio, desde el año 2009, fecha en que se hizo oficial la estrategia y cooperación bilateral de los gobiernos de EU y México para combatir el crimen organizado con la Iniciativa Mérida, el Pentágono ha impartido mil 678 cursos a 9 mil militares mexicanos.
Las cifras comprenden el final de la administración de Felipe Calderón y el inicio del presidente Enrique Peña Nieto.
Archivos del Departamento de Estado y el Comando del Norte detallan que Washington ha gastado más de 800 millones de pesos en el entrenamiento de francotiradores, ingenieros capacitados en demoliciones submarinas, buzos adiestrados en infiltración, paracaidistas y expertos en explosivos.
También, médicos de combate, especialistas psyops en operaciones psicológicas, analistas de inteligencia, técnicos en análisis geoespacial y “soldados de reacción rápida”.
Los programas se enfocan tanto a guerra como a combate urbano y encubierto. El modelo permite que los elementos que cursan el entrenamiento puedan replicar las tácticas con nuevos soldados.
Las partidas financiadoras de los entrenamientos son: Counter Terrorism Fellowship Program y Sección 1004. Los principales receptores de las tácticas han sido la Sedena y la Semar, aunque también elementos del Cicen y la Policía Federal.
Rangers, Boinas Verdes, Fuerzas Deltal y Seals son algunos de los instructores principales de las tácticas. Las sedes de algunos de los entranamientos impartidos en 2013 y 2014 incluyen el Centro John F. Kennedy de Guerra Especial, ubicado en Fort Bragg, Carolina del Norte, y la Universidad de Operaciones Especiales en la base de la Fuerza Aérea de Macdill, en Florida.