BURÓ POLÍTICO/ ¡PATADAS DE AHOGADO!
POR ARIEL VILCHIS #vertigos
Las aspiraciones políticas del senador suplente Ricardo Velázquez se encuentran flotando en medio de un naufragio que no tiene rumbo y sus acciones en determinados eventos solo son patadas de ahogado, como suele decir el dicho popular cuando ya todo está acabado, pero hay resistencia a aceptarlo.
Sus vagos intentos por congraciarse con la ciudadanía de Baja California Sur después de un paso gris por el senado -al que llegó por mera suerte, sin mérito alguno- son una muestra clara de que en política no hay que ser, sino parecer. Sin embargo sus acciones -patrocinar eventos deportivos o desayunos pagados con recursos del senado- no tienen el impacto que el senador Velázquez desearía, pues los sudcalifornianos reconocen muy bien a los políticos fantoches que solo aparecen en vísperas de los procesos electorales a ver qué les cae del cielo.
Su afinidad con un proyecto nacional (la no-corcholata Monreal) no hace más que reafirmar que el momento de Velázquez es la orfandad política; pues las recientes declaraciones de su compañero de bancada en el senado, en las que asegura preferir no ser nada antes que traicionar al presidente, descartan de manera contundente las aspiraciones del ex gobernador de zacatecas y padrino político de Velázquez, ¡tan, tan, se acabó el proyecto! Y en lo local ha quedado en manifiesto, no una sino muchas veces, que es contrario a quienes ostentan el poder político en la entidad sin importar que sean de la misma filiación partidista.
Y entonces, ¿qué le queda al huérfano político? Pues cacaraquear supuestos logros y trabajo desde el senado, pero francamente ni eso salva al senador suplente pues el tema de la ampliación de las vacaciones para los trabajadores fue una lucha del proyecto de gobierno morenista y, por otro lado, propios y extraños se ríen de su propuesta de disminuir las horas de trabajo pues es inviable, simplemente no pasará.
Nada que presumir entonces.
De tal forma que las acciones del senador suplente son patadas de ahogado. Nada le deben los ciudadanos, pues nunca trabajó realmente en favor de las causas sociales o políticas de los sudcalifornianos. Por el contrario, los ciudadanos tienen muy claro que a Velázquez le sobran las promesas y que una de sus características es faltar recurrentemente a la palabra. ¿Así cómo?
Se aproximan los tiempos electorales, ¿qué cosas veremos? Es mi opinión al tiempo…
