México se ubica entre los principales productores a nivel mundial de este alimento que destaca por su versatilidad en la cocina con platillos en fresco o guisados.
El ostión, que se distingue por su concha áspera y oscura, es un género de molusco que contiene nutrientes como minerales, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3, importantes para el buen funcionamiento del corazón, del sistema nervioso central y para una piel saludable.
Su peculiar textura y sabor hacen que combine de forma extraordinaria con ingredientes dulces, cremosos, ácidos o picantes, además de acompañarlo con frutas o vegetales del campo mexicano como mango, cilantro, cebolla o espinacas.
A nivel nacional, Tabasco, Campeche, Sinaloa y Baja California destacan por su producción de ostiones.
El chef, Pablo San Román, explicó que por su versatilidad, este alimento se puede preparar en platillos frescos, guisados, ahumados o en su concha, con recetas sencillas que son posibles preparar en casa, todo depende de la creatividad culinaria.
En este caso, sugiere los ostiones a la Rockefeller. Los ingredientes necesarios para el relleno son cebolla, espinacas y champiñones finamente picados, se mezclan con salsa de queso y se sazonan en una sartén para integrar los sabores.
Las conchas limpias se rellenan con la mezcla, sobre ella se coloca un ostión y se cubre de salsa holandesa que se prepara con mantequilla, yema de huevo, limón, vino blanco y sal al gusto; se gratina y, para su presentación, se sirven sobre un plato con sal de grano.
Para limpiar y abrir las conchas es importante utilizar guantes, cuchillo y cepillo de cerdas, accesorios útiles en el proceso que los llevará a introducirse al mundo gastronómico de las ostras, destacó el chef Pablo San Román.