El mayor reto en 2019, contribuir a la construcción de una ciudadanía formada y comprometida
Hace más de 40 años, en la Carta de Belgrado, quedó asentado que la meta de la educación ambiental es “formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.
A partir de entonces, múltiples actores e instancias gubernamentales, académicas y de la sociedad civil han generado diversas rutas a favor de sociedades más justas y sostenibles.
A lo largo de estos años se han diseñado programas, proyectos, acciones y materiales de educación ambiental para diferentes públicos meta: niños y jóvenes, mujeres, sectores productivos, funcionarios de gobierno, etcétera. Muchos temas han sido incluidos en las agendas educativas: agua, aire, ecosistemas, energía, plásticos, cambio climático, océanos y mares…
La larga experiencia de educación y la cultura ambiental en México ha permitido consolidar un objetivo: generar oportunidades para el desarrollo de conocimientos, habilidades, aptitudes y valores necesarios para construir un futuro sustentable.
En este recorrido, hemos reconocido la importancia de la reflexión sobre la complejidad de los sistemas socio-ambientales, el desarrollo de capacidades para tomar decisiones fundamentadas, el valor de la cooperación y la adopción de hábitos de vida favorables para el planeta, la planificación de acciones colectivas en pro de la integridad medioambiental, la viabilidad económica y la justicia social, la consideración de las generaciones actuales así como de las venideras y el respeto a la diversidad cultural.
En un mundo cada vez más globalizado, también hemos reconocido la importancia de valorar y comprender la relación de unos países con otros, el poder de la democracia, de los derechos humanos y de la equidad.
Los retos para 2019 pueden circunscribirse a nuevos o anteriores temas, pero de nueva cuenta, como se ha señalado desde hace 43 años, el mayor reto está en contribuir en la construcción de una ciudadanía formada y comprometida.