El astro Lionel Messi se convirtió hoy en el máximo goleador de la historia de la selección argentina de futbol, al sumar 55 conquistas con el tanto de tiro libre que anotó en la goleada 4-0 a Estados Unidos en Houston que clasificó a los sudamericanos a la final de la Copa América Centenario.
Con el 2-0 parcial al descanso ante Estados Unidos, Messi superó la marca de 54 goles que ostentaba Gabriel Batistuta desde 2002 y que el delantero del Barcelona igualó el sábado con un tanto en el 4-1 a Venezuela. «Estoy feliz y agradecido a mis compañeros, a todos con los que me tocó jugar en este último tiempo. Este récord es gracias a ellos también», señaló el crack tras el partido.
El capitán albiceleste, que asistió a Ezequiel Lavezzi en el primer tanto de su equipo, anotó hoy su segundo gol de tiro libre en la Copa América Centenario, después del primero que le hizo a Panamá en la fase de grupos. Luego dio la asistencia del cuarto gol argentino, que anotó Gonzalo Higuaín.
Por más que no fue titular en el primer partido e ingresó como suplente en los dos siguientes, Messi ya suma cinco goles y cuatro asistencias en lo que va del certamen. «Me pone muy feliz que lo haya hecho, que haya sido en esta Copa América», celebró el técnico Gerardo Martino.
«Está muy bien que el mejor jugador del mundo sea el goleador histórico de la selección argentina», destacó. Batistuta, que ostentaba en soledad el récord en la selección argentina desde 2002, reconoció semanas atrás que «un poquito» le iba a doler perder la marca. «Pero no me lo quita (el récord) cualquiera, no me lo saca un normal, no, me lo saca un marciano. Eso me deja un poco más tranquilo», declaró al diario argentino «La Nación». Bati hizo su último gol con la camiseta albiceleste con 33 años.
Messi cumple en pocos días 29 y todo indica que podría superar con creces la cifra, al cabo ya está acostumbrado a romper todos los récords en el Barcelona, equipo con el que ganó todos los títulos posibles. Sólo le falta conquistar un trofeo con la selección mayor argentina, su gran meta en el campeonato que se disputa en Estados Unidos.
Messi puso además fin a una sequía de nueve años de goles en instancias eliminatorias, porque no marcaba en instancias de muerte súbita desde la Copa América de Venezuela 2007. En aquella ocasión convirtió primero ante Perú en el triunfo 4-0 en cuartos y después el segundo gol -aquel sombrerito inolvidable- en el triunfo 3-1 frente a México.
Aquel partido ante México fue el 11 de julio de 2007. Posteriormente vendría el periodo más tormentoso de Messi con la albiceleste, al irse sin goles en Sudáfrica 2010 y en la Copa América Argentina 2011. En ambos casos, el jugador nacido en la ciudad argentina de Rosario fue el principal blanco de la ira popular por las decepcionantes actuaciones de Argentina.
Desde insultos por «pecho frío» hasta abucheos, pasando por incómodas comparaciones con Diego Maradona o cuestionamientos de por qué con el Barcelona «la rompía» cada semana mientras con Argentina su juego estaba marcado por los altibajos.
En medio de la tormenta, Messi mantuvo la calma e hizo frente a este periodo gris fiel a su personalidad: guardando silencio y esperando a que llegara su oportunidad.
Finalmente, en Brasil 2014 se vería a la mejor versión de Messi con la selección. El 10 fue de más a menos al anotar cuatro goles -todos decisivos- en la fase de grupos que permitieron a Argentina ganar sus tres partidos.
Sin embargo, en la segunda ronda no pudo anotar, y aunque siguió siendo determinante, Messi se alejó varios metros del arco y brilló más como cerebro del equipo gracias a un pase decisivo en el único gol de Gonzalo Higuaín ante Bélgica y una asistencia en el gol de Ángel Di María ante Suiza. En la final ante Alemania, Messi fue anulado por el marcaje de la Mannschaft y tuvo que ver como Argentina perdió la final 1-0 en el tiempo agregado.