MENSAJE DEL SEÑOR OBISPO MIGUEL ANGEL ALBA DIAZ CON MOTIVO DEL PROCESO ELECTORAL 2018
El próximo 1 de julio de 2018 los mexicanos tendremos la oportunidad de ejercer un derecho constitucional al acercarnos a las urnas y elegir al futuro presidente de la república, senadores y diputados; en nuestro estado también eligiremos alcaldes y legisladores locales. Es un derecho que debemos ejercer con seriedad, con base en una reflexión madura y libre de todo interés que esté por encima de meros sentimentalismos o beneficios personales.
Como cristianos pediremos la luz del Espíritu Santo para usar rectamente el discernimiento y buscaremos que realmente la voz del pueblo refleje la voluntad de Dios.Dada la importancia de este proceso electoral, pido a los sacerdotes que durante el próximo mes de junio suplan la oración por las vocaciones con la oración sugerida por la CEM para este momento crucial al finalizar todas las misas dominicales
Es también mi responsabilidad, al igual que la de todo el presbiterio de la diócesis, como pastores invitar a todos y cada uno de los bautizados -así como a todos los hombres de buena voluntad- a hacer de este evento cívico una oportunidad para poner en práctica el primer significado de la política, la cual nos habla de lo que es el verdadero amor hacia los demás al mirar el bien común.
Es, al mismo tiempo, la invitación a quienes contienden por un cargo recordar lo que nos dice el Señor Jesús: “Hagan como el Hijo del Hombre que no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). Hacer conciencia de que la responsabilidad que se les conferirá no es para estar por encima sino que “el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y si alguno de ustedes quiere ser el primero, que se haga servidor de todos” (Mt 20,26-27).
Como ciudadanos, ¿qué debemos esperar de los actuales candidatos? Propuestas claras y que sean realizables. Analicemos el discurso de cada uno partiendo de lo que son nuestros principios éticos y cristianos, asegurar que nuestra sociedad a través de dichos proyectos camine por senderos de paz y justicia, poniendo especial atención en lo que es el valor de la persona misma, la familia, educación, salud, economía, medio ambiente, migrantes. En un país en donde la brecha entre los que más tienen y los que viven en pobreza extrema cada vez es más amplia.
Es tarea de todo ciudadano luchar por erradicar la impunidad y la corrupción, pero lo mismo que pedimos a nuestra autoridades debemos trabajarlo desde la base, no hablemos de pecados grandes y pequeños; la honestidad que con todo derecho exigimos de los futuros gobernantes es la misma que debemos vivir en el día a día. Este proceso electoral es también una oportunidad para pensar en el México que queremos construir todos. Lo mismo que con todo derecho podremos exigir a quienes elegimos es lo que también se nos exige a cada uno como ciudadanos.
No descuidemos un apartado que pocas veces tomamos en cuenta, vamos a elegir a los futuros diputados y senadores -en la Baja California Sur, también a los diputados locales- pensando en que ellos promueven y a su vez aprueban las leyes que marcan nuestro camino como sociedad. Exijamos respeto a la libertad religiosa y a la libertad de conciencia, elementos necesarios en una sociedad democrática; el respeto a la vida en todas sus expresiones; educación laica pero no laicista; respeto a la familia, sin imponer leyes que sin duda hablan de otro tipo de expresiones que son respetables pero que no comulgan con los valores de la mayoría de los mexicanos.
No exijamos lo que no damos, venzamos la apatía, la indiferencia que lleva a un abstencionismo inútil. Involucrémonos en este proceso electoral. Queremos una elecciones transparentes que eviten confrontaciones que sólo destruyen la armonía en un pueblo en donde al final todos somos hermanos. Analicemos concienzudamente las propuesta de todas y todos los que ahora luchan por un cargo de elección popular. En nuestro caminar como sociedad quedan muchas cosas por hacer, una semilla qué sembrar para las futuras generaciones.
DECIDE POR TI MISMO, UN BUEN CRISTIANO SERÁ SIEMPRE UN MEJOR CIUDADANO.
Con mi saludo y bendición:
+ Miguel Ángel Alba Díaz
Obispo de La Paz, BCS
