Al igual que las personas que lo rodeaban, Jonah Slason estaba en la sala 16 del Grand Theater para escapar de la humedad nocturna en Lafayette, Louisiana (Estados Unidos) y para entretenerse con las aventuras de la comediante Amy Schumer en la cinta Trainwreck.
Entonces, las balas comenzaron a volar.
El primer sonido no parecía un disparo. «No estaba seguro de qué era», dijo Slason.
Entonces sonaron los demás.
«Entonces me di cuenta de lo que podía ser… mi amigo y yo corrimos», cuenta.
Para cuando los disparos terminaron, había tres personas muertas, entre ellas el tirador, que se suicidó. Otras nueve personas estaban heridas.
El resto salió perturbado y entristecido… desconocidos en una sala oscura para quienes una noche de un jueves cualquiera se transformó repentinamente en un calvario extraordinario.
Buscar refugio
«Al principio pensé que era parte de la película», dijo Jalen Fernell, quien estaba en la sala de al lado cuando los disparos empezaron a sonar.
Se dio cuenta de que no era así cuando empezó a sonar la alarma y luego se escucharon mensajes en el sistema de intercomunicación pidiéndoles a los clientes que salieran del complejo de cines.
«De inmediato nos aterrorizamos porque nos dijeron que nos dirigiéramos a nuestros vehículos… no sabíamos si el tirador estaba en el estacionamiento», dijo.
«Fue como si hubiera habido una guerra… disparos tras disparos».
Keifer Sanders también estaba en una de las salas aledañas cuando la pantalla se apagó de repente.
La multitud salió corriendo sin saber qué estaba pasando.
«Hablé con otro hombre que estaba en la sala en la que ocurrió el tiroteo», dijo Sanders. «Dijo que estaban sentados… todo estaba en silencio, no había diálogo, no estaba pasando nada», dijo.
De repente, un hombre se levantó y empezó a disparar.
«Todos corrieron… y el tipo estaba como tranquilo, allí parado nada más», dijo Sanders.
Una maestra salvó a su colega
A pesar del miedo y del sufrimiento, hubo historias de heroísmo.
Hay una sobre dos maestras que estaban viendo la película cuando el tirador abrió fuego, dijo Bobby Jindal, gobernador de Louisiana.
«Su amiga literalmente le saltó encima», dijo Jindal. «Cree que si su amiga no lo hubiera hecho, la bala le hubiera dado en la cabeza».
La bala le dio en la pierna, pero se las arregló para llegar a la alarma de incendios y activarla.
«Cuando lo piensas, dos amigas juntas, una salta para interponerse en el camino de una bala para salvarle la vida a su amiga», dijo Jindal. «La otra, aunque había recibido un disparo en la pierna, tuvo la serenidad de activar la alarma de incendios y en el proceso salvar la vida de más personas».
Ambas maestras sobrevivieron. Las autoridades no dieron a conocer su nombre.
‘Como una película’
Había unas 100 personas en el cine cuando el tirador empezó a disparar al azar.
Conforme salían, se llevaban consigo imágenes que solo deberían existir en la pantalla grande.
«Vi personas sangrando de la pierna, les dispararon», dijo Paige Bearb. «Yo pensé: ‘vaya, fue como una película'».
Robert Martinez, quien estaba en una sala diferente y corrió a buscar refugio, dijo que vio a las víctimas aterrorizadas luchando por escapar.
«Vi a una señora toda ensangrentada, llevaba puesto un vestido», dijo Martinez. «Simplemente me miraba presa del pánico. En ese momento yo no entendía lo que estaba pasando».
Una ciudad llena de optimismo
Para la madrugada del viernes 24 de julio, las autoridades peinaban la zona buscando explosivos y obteniendo más detalles sobre el tirador, a quien describieron como un hombre blanco de 58 años.
«Compró un boleto y entró al cine. En algún momento de la película, empezó a disparar», dijo el sargento Brooks David, de la Policía Estatal de Louisiana.
Aunque se desconocen los motivos del tirador, al parecer lo hizo solo, dijo David.
«No hay un segundo tirador. No es el caso en este momento», explicó David. «Queremos asegurarnos de que los ciudadanos lo entiendan».
La edad de los nueve heridos oscila entre la adolescencia y los sesenta y tantos años, según la Policía. Dieron de alta a una de las víctimas; otra estaba en cirugía y «no va bien», según declaró David por la mañana del viernes.
El tiroteo ocurrió aproximadamente una semana después de que condenaran a James Holmes por el tiroteo en un cine de Aurora, Colorado, en el que hubo 12 personas muertas y 70 heridos.
Ese tiroteo ocurrió el 20 de julio de 2012, hace casi tres años.
En Lafayette, Sloan quería alejarse lo más posible del cine. En cuanto llegó al estacionamiento, consiguió quién lo llevara y se fue.
Es cliente frecuente del cine de su pueblo natal, Lafayette, de unos 120.000 habitantes. Dijo que sabe que su pueblo superará esta tragedia.
«Nunca me preocupo por nuestra ciudad», dijo. «Porque nuestra ciudad es fuerte, nuestra ciudad está llena de vida, nuestra ciudad está llena de optimismo».