Los talleres invitan a las y los adultos mayores a mantenerse activos, aprender nuevas habilidades y compartir tiempo con otras personas
Los Centros Culturales Inapam ofrecen talleres acordes a los intereses de las personas mayores en diferentes áreas, entre ellas, artes plásticas, lenguas, cultura física y psicología. Estas actividades se llevan a cabo en cuatro espacios de la Ciudad de México.
Por ejemplo, en el Centro Cultural San Francisco, ubicado en la Colonia del Valle, se imparte el Taller de Modelado en Plastilina, donde el profesor Antonio Calderón Arteaga enseña a modelar con plastilina escolar, DAS y epóxica:
“Las personas mayores se familiarizan con diferentes materiales, trabajan con volúmenes, texturas y colores diferentes y al mezclar los materiales trabajan sus fuerzas motrices finas y estimulan su creatividad. Además, en cada clase alguien aborda un tema de manera espontánea y los demás expresan un comentario, opinión u emoción relacionada con éste. Para mí es muy importante la convivencia con ellos y después lo que pueda aportarles en estilos y técnicas
El profesor Antonio Calderón Arteaga es diseñador gráfico, egresado de la Universidad Tecnológica de México, y espera que quienes asisten al taller creen piezas originales y más adelante puedan exponer sus piezas y venderlas.
Estos son testimonios de dos adultas mayores que asisten al Taller de Modelado en Plastilina:
“Al inicio del taller, el profesor nos pidió que hiciéramos tres figuras geométricas con plastilina escolar: una pirámide triangular, una esfera y un cubo. Después nos pidió que usáramos nuestra creatividad para hacer un bodegón, y por último utilizamos la plastilina DAS, que tiene terminado como barro, para hacer algunos nacimientos. El profesor nos tiene paciencia y nos motiva a crear. Yo tengo en este taller 9 meses y me siento con muchos bríos para hacer otras esculturas”. Josefina Fregoso y Cázares, 81 años
“Cuando era joven, yo quería estudiar en La Esmeralda, pero mis papás decían que eso no era para señoritas, sino para bohemios, que me llevarían a una escuelita donde enseñan a las señoritas a cuidar niños, y me llevaron a la Escuela Bertha Von Glümer, donde se estudia la carrera de educadora, pero siempre me quedé con la inquietud de aprender escultura, por eso me inscribí en este taller. El Centro Cultural San Francisco es mi vida. En las mañanas siempre quiero estar aquí. Uno vuelve a la infancia… sólo que con otras armas”. Rebeca Trujano Guerrero, 72 años
