La Cruzada Nacional contra el Hambre llega a comunidades olvidadas e incluso a las que nunca había llegado un programa de esta naturaleza. Ejemplo de ello es el ejido Mala Noche, en esta zona enclavada en el desierto coahuilense, donde hasta hace dos años 41 familias vivían en alto grado de marginación.
Hoy, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, llegó a esta comunidad para supervisar acciones de vivienda y electrificación, inaugurar la plaza de usos múltiples y convivir con estas familias que hoy viven mejor, con dignidad, al contar con agua potable y, desde hace doce meses, con electricidad y servicios que en cualquier parte del país son elementales y de uso cotidiano, pero aquí eran desconocidos.
Robles Berlanga constató el producto de una decisión despojada de clientelismo y sustentada en la equidad y el desarrollo compartido. El trabajo para el tendido del cableado de suministro eléctrico de más de 24.5 kilómetros; la construcción de 19 pisos firmes; la rehabilitación y pintado de 40 fachadas, así como la construcción de siete cuartos adicionales y la instalación de 28 estufas ecológicas; la siembra de 30 huertos familiares, el cumplimiento de de colocar laja en la calle principal, donde se construyó un quiosco y una plaza pública multiusos. Todo ello implicó inversión federal de 9.3 millones de pesos.
HACE MÁS DE 50 AÑOS NO TRAÍAN NINGÚN SERVICIO: MARTÍN ZÚÑIGA RODRÍGUEZ
En este recorrido, el Comisario Ejidal de Mala Noche, Martín Zúñiga Rodríguez, contó a la secretaria Robles Berlanga que hace más de 50 años no tenían agua y la gente iba por ella a los estanques, a los pozos y a los abrevaderos; hace 25 años ningún funcionario federal venía y hasta hace dos años no tenían luz eléctrica. “Estábamos olvidados, pero ahora ya nos sentimos parte de Coahuila y de México”, confió sonriente.
De eso se trata, respondió la secretaria Rosario Robles: de trabajar con una visión integral y llegar con todos los servicios a comunidades, como Mala Noche, abandonadas durante años. Lo que se ha hecho en esta localidad del desierto, puntualizó, es un trabajo de todos: del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, del gobernador Rubén Moreira, del presidente municipal, y de la gente. “Ese es el gran cambio de la política social”, acotó la secretaria de Desarrollo Social.
Robles Berlanga visitó algunas de las casas rehabilitadas con recursos del Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias y escuchó testimonios, como el de Maritza Carolina Castruita, quien ya tiene un cuarto adicional para sus hijos. También estuvo en la vivienda de María del Refugio Rodríguez López, quien desde niña ha vivido en este lugar desértico, donde conoció a su esposo José Cruz Castruita. Aquí nacieron sus dos hijos.
La secretaria develó en el quiosco de la comunidad la placa conmemorativa de las acciones de agua y electricidad, acompañada por el gobernador Rubén Moreira Valdez, el delegado de la Sedesol en Coahuila, Emilio Andrés Mendoza Kaplan; el presidente municipal de San Pedro de las Colonias, Juan González González, y el comisario del ejido Mala Noche, Martín Zúñiga Rodríguez.