En el Día Internacional de las Montañas pone en relieve los servicios ambientales de este ecosistema impactado por el cambio climático.
Bajo el lema “Las montañas son importantes”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) exhorta a celebrar este 11 de diciembre el Día Internacional de las Montañas.
Aunque olvidamos la importancia de las montañas, aduce la FAO, nos suministran bienes y servicios ecosistémicos que aportan y que son esenciales para el planeta, por lo que, ante su vulnerabilidad frente al cambio climático, debemos intensificar los esfuerzos y aumentar la atención hacia ellas.
Menciona el agua entre los grandes beneficios que recibimos de las montañas, por lo que se les conoce como las torres de agua dulce del mundo, ya que aportan el 60% al 80 del líquido cristalino.
Advierte que los glaciares de las altas montañas están desapareciendo por efecto del cambio climático, y en las últimas décadas se han perdido por completo 600 de ellos, lo que impacta a millones de personas asentadas en las regiones bajas y que dependen del recurso que llegaba de las altas montañas.
Recuerda que las montañas son importantes para la reducción del riesgo de desastres causados por las variaciones climáticas, porque las avalanchas, flujos de lodo y los deslizamientos descienden hacia las tierras bajas, arrasando y desnudando las zonas forestales, inundando comunidades y poblaciones.
Además, las cumbres atraen entre el 15 y el 20 % del turismo mundial y son zonas de gran diversidad cultural, conocimientos y patrimonio, por lo cual tienen potencial para fomentar el desarrollo económico en regiones remotas y aisladas, pero aún muchas comunidades que habitan en las montañas no logran beneficiarse de esa oportunidad y viven en situación de pobreza.
Estos ecosistemas constituyen centros de biodiversidad agrícola donde crecen alimentos como el arroz, papas, quinua, tomates y cebada, entre otros. Sin embargo, el cambio climático está afectando la agricultura de montaña y algunas de las poblaciones del mundo que padecen más hambre habitan ahí con una gran vulnerabilidad por la escasez de alimentos y la malnutrición.
Pese a sus hermosos paisajes de montaña, los jóvenes de las zonas rurales migran de ahí en busca de empleo, lo que propicia escasez de mano de obra, aumento de las áreas agrícolas abandonadas, degradación de la tierra, incendios forestales, pérdida de los valores culturales y de las tradiciones ancestrales.
Por si fuera poco, las comunidades indígenas montañesas poseen y mantienen valiosos conocimientos, tradiciones e idiomas, han desarrollado sistemas notables de uso de la tierra y tienen gran riqueza de conocimientos y estrategias acumulados a través de varias generaciones sobre la manera de adaptación al cambio climático.
Asimismo, la mitad de los puntos críticos de la biodiversidad del mundo se concentran en las zonas montañosas que poseen una cuarta parte de la diversidad biológica terrestre: animales raros como gorilas, leopardos de las nieves y el majestuoso tar, y plantas de gran belleza como las orquídeas y las lobelias.
Por todo ello, la FAO llama a convertir el Día Internacional de las Montañas 2018 en ocasión para crear un gran movimiento social que pueda llevar las cuestiones de la montaña a los ámbitos de la toma de decisiones.
Pide participar en una estrategia en redes sociales e impulsar eventos en todo el mundo para informar al mundo que la desatención actual sobre las montañas y los pueblos que habitan en ellas debe cesar.
