La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) acaba de completar su órbita número 100.000 alrededor de la Tierra, desde que se puso en órbita en 1998.
La Estación Espacial Internacional fue construida en colaboración por 16 países – Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Brasil, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido.
Tiene aproximadamente el tamaño de un campo de fútbol y su peso es de unas 450 toneladas.
Rodeando la Tierra cada 90 minutos, sus habitantes (222 hasta ahora) pueden ver un espectacular amanecer o atardecer cada 45 minutos. Hasta ahora, el estadounidense Scott J. Kelly es el astronauta que más tiempo pasó en ella, con un récord de 340 días, en una misión para estudiar los efectos a largo plazo del espacio en el cuerpo humano.
La siguiente parada: Marte
La ISS ha sido parte de innumerables estudios espaciales, incluyendo el Estudio Veggie, por el que se logró el crecimiento con éxito de una lechuga a bordo de agosto pasado.
El astronauta retirado de la NASA Leroy Chiao, ahora asesor especial de la Fundación Space, dijo que la ISS es la clave para la próxima frontera espacial: llevar gente a Marte.
«Los mayores desafíos técnicos son biomédicos -cómo mantener a los astronautas sanos en el camino de ida y vuelta a Marte, así como permanecer en la superficie-«, dijo Chiao.
«Hay un montón de cosas diferentes que se producen en el cuerpo humano en el espacio, pero lo más importante, una vez que se sale de la atmósfera magnética de la Tierra, es que estás expuesto a una gran cantidad e radiación mayor a la que lo estás aquí en la Tierra e incluso en la atmósfera inferior».