BURÓ POLÍTICO/ ¡INCREDULIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS!
POR ARIEL VILCHIS
La crisis de salud pública que ha traído consigo el COVID-19 viene acompañada de diversas reacciones entre la gente y otras crisis.
Una de estas reacciones es la incredulidad que muchas personas aún muestran hacia la existencia del virus o sus consecuencias; los hay desde los conspiranoicos, que aprovechan las redes sociales donde encuentran caldo de cultivo para despotricar contra las autoridades y tratan de develar (según ellos) los secretos o falsedades de una pandemia en la que no creen, o hay quienes debido a su incredulidad no acatan las instrucciones de las autoridades sanitarias y siguen paseando, visitando familiares o haciendo reuniones en sus casas. Lo vimos en días pasados con la celebración del día del niño abarrotando comercios y locales de comida y también el fin de semana donde las reuniones en domicilios continuaron.
Puede ser que esta gente no crea en la pandemia del coronavirus y sus fatales consecuencias, pero lo cierto es que su actuar es irresponsable ya que muchos pueden ser portadores asintomáticos y continuar infectando personas. Lo que conlleva a prolongar aún más el regreso a la normalidad de las actividades económicas, educativas y sociales.
En contraparte, la autoridad se ve en la necesidad de reforzar las medidas restrictivas de movilidad para evitar que circulen en las calles personas que no tengan una actividad esencial, como recientemente tomó la decisión la Mesa de Seguridad Estatal conformada por todos los órdenes de gobierno y las fuerzas armadas, ya que se consideran las próximas dos semanas como las de mayor contagio de coronavirus según las autoridades de salud del país.
Lo cierto es que si no logramos frenar los contagios de coronavirus la crisis de salud puede prolongarse en la media península que al día de hoy tiene registrados 226 casos confirmados de coronavirus, 50 sospechosos y desafortunadamente 20 defunciones.
Prolongar la crisis sanitaria está directamente ligada con otra crisis que ya muestra sus efectos en muchos hogares sudcalifornianos: La crisis económica por falta de empleo producto del bajón en la economía nacional y por supuesto la local.
Pese a los esfuerzos del gobierno del estado, las autoridades municipales de La Paz y Los Cabos y la iniciativa privada que se han puesto las pilas al poner en marcha un programa alimentario llevando a las comunidades más necesitadas despensas para que las familias sudcalifornianas tengan lo mínimo indispensable (hasta el momento se han entregado más de doce mil despensas), la falta de recursos económicos pone en aprietos a muchas familias y lo preocupante es que aún no estamos de lleno en la crisis económica que dejará sentir su toda su energía después de que pase la pandemia y se trate de reactivar la economía. Más aún cuando la estrategia del gobierno federal no visualiza un verdadero plan para reactivar la economía y generar empleos.
Vivimos tiempos de crisis. La principal es sin duda la sanitaria, la económica –la que tiene que ver con los empleos y los ingresos- ya la enfrentaremos en el corto plazo y si realmente queremos que sea en el corto plazo debemos dejar de lado la incredulidad de una pandemia que es real, que está cobrando la vida de mexicanos todos los días. Para salir lo antes posible debemos seguir las recomendaciones de las autoridades, en la medida de lo posible #QuédateEnCasa. Es mi opinión, al tiempo…
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