Por Víctor Octavio García
* Buen ánimo
* Mejor percepción
La vieja casa de la profesora Anita Valdivia (QEPD) fue testigo, –como ocurrió en el 99’–, de que la oposición (partidos) también sabe imponer parteaguas en la lucha por el poder. En el 99’ le tocó a la coalición PRD-PT enderezar el entuerto, hoy le toca turno a la alianza PRI-PVEM-PANAL. Dos momentos y dos circunstancias históricas distintas; un mismo fin; recuperar el poder en manos de unos cuantos que solo sirven a intereses familiares y cupulares perversos. En el 99’, un acedo y descontextualizado grupo de priístas encabezados por el “Tony” Manríquez buscaron la continuidad de un proyecto que no le dio resultados a los sudcalifornianos desde el gobierno, hoy un grupo de neo-panista nostálgicos y sedientos de poder liderados por Carlos Mendoza, buscan la continuidad de un gobierno que le ha fallado y le ha quedado mal a los sudcalifornianos. Meras coincidencias.
Fue en la vieja casa de la profesora Anita Valdivia (QEPD) sobre la calle Serdán, entre Manuel Márquez de León y Legaspy, donde, una vez más, –como ha ocurrido a lo largo de las últimas semanas–, se refrendó el ánimo de los priístas por el triunfo electoral del próximo 7 de junio, en una concurrida reunión convocada por la familia Valdivia y amigos con los candidatos del PRI encabezados por Ricardo Barroso. La reunión rebasó con creces las expectativas y el lugar resultó insuficiente para darles cabida a los invitados y a los que llegaron sin ser invitados solo para escuchar y saludar al candidato del PRI a la gubernatura. Un día antes, Manuel Salgado, el aguerrido luchador social que buscó la alcaldía de La Paz en más de una ocasión, le había ofrecido una reunión similar al candidato del PRI a la gubernatura, reunión de lleno total como ha sido la característica de las reuniones que encabeza Ricardo Barroso. En la casa materna de la dinastía Valdivia, el encuentro con los candidatos priístas tuvo otros matices que por su misma naturaleza despertaron la aguda percepción de unos y otros.
La presencia de actores políticos, del comercio, los servicios, descendientes de viejos luchadores sociales como el General. Félix Ortega Aguilar y del Dr. Francisco Cardoza Carballo; diputados constituyentes, cronistas e historiadores, jóvenes y gente de apie que esperan un cambio, un verdadero golpe de timón que permita darle el rumbo y la tranquilidad que reclama y quiere el estado; hartos de la violencia, de la falta de oportunidades, de la opacidad en el gobierno, de la corrupción, de desaseos políticos, de un sistema de salud y de educación colapsados, de una procuraduría de justicia incapaz de frenar la ola de robos en casa habitación, de un tribunal superior de justicia ahogado en el rezago y en las componendas judiciales, etc., y lo más importante, de gobernantes sin identidad ni pertenencia con el estado, han generado el rico colache que tiene al PRI con un pie en el estribo en su regreso al poder.
Se ve y siente ese ánimo entre los priístas y los sin militancia que se sienten engañados, defraudados por el mal gobierno; por quienes se les dio la oportunidad y la desdeñaron, de aquellos que minimizaron la máxima de que el “pueblo da y el pueblo quita”, de los que ignoran que la verdadera encuesta que cuenta es el resultado en las urnas, que más tarde que temprano el pueblo cobra y hay que rendirle cuentas; ánimo traducido en una percepción social generalizada de que el PRI recuperara la gubernatura, que reina propiamente a lo largo y ancho del estado.
Ahí, en pleno territorio de la dinastía “valdivista”, los candidatos, con buenos discursos y mejores arengas provocaron estruendosos aplausos de los presentes. El anfitrión, José Antonio Valdivia, como en sus viejos tiempos, “movió la varitas e hizo de nuevo chillar la víbora” cuando habló de una alternancia fallida, de gobiernos de chapulines y de la gran deuda que aún se tiene con BCS; de un estado que el grupo en el poder (PAN) no supo y no quiso entender y desperdicio la oportunidad de dar buenos resultados. En suma, el ánimo y entusiasmo contagioso que se vivió la tarde-noche del sábado pasado, más que un genuina expresión de que las cosas andan bien signó la clara percepción de que el candidato del PRI a la gubernatura del estado –como se palpó claramente en el evento de precierre de campaña del PRI ayer tarde en el parque Revolución– es quien lidera las corrientes de opinión, simpatías y en ánimo entre el grueso de los sudcalifornianos. ¡Qué tal!
Para cualquier comentario, duda y aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com
SOBRE EL CABRESTO
Desde este modesto espacio expreso, en nombre de mi familia y el mío propio, nuestro más sentido pésame a las familias Zavala Magallanes y Zavala Mendoza, por el fallecimiento de Raúl Zavala Magallanes, ocurrido la tarde del sábado pasado en esta ciudad. Con él se va gran uno de los grandes del periodismo local; parte de la historia de este joven estado de la que fue testigo en algunas ocasiones, otras como protagonista. Me atrevo a decir, que él, perteneciente a la generación del 44 –al igual que Felipe Ojeda, Rogelio Félix, Guadalupe Amador, Julio César Saucedo, Enrique Valenzuela, entre otros periodistas fallecidos, y a los que les sobrevive Alfredo González, viejo y reconocido luchador social– forma parte importante de la historia del periodismo sudcaliforniano, al igual que Félix Ortega Romero, Francisco King Rondero, Carlos Morgan Martínez, Eutimio Pinzón, Flora Zermeño, Arturo Sotelo y Canett, Rogelio Olachea, Onésimo Estrada y muchos más, como Armida Caloca, mi querida amiga y respetada, que es ejemplo de tesón, perseverancia y amor a la camiseta y al estado. A todos ellos mi reconocimiento permanente……Salud.