Así como los menores aprenden a caminar y hablar, también pueden aprender a comer saludablemente y hacer ejercicio constantemente
Las conductas de alimentación que aprenden niñas y niños en su infancia muy probablemente serán las que tendrán el resto de su vida, por eso es muy importante enseñarles hábitos saludables, con el ejemplo.
Para que niñas y niños crezcan y se desarrollen bien, física y mentalmente, es importante brindarles los nutrientes que su organismo necesita. Una alimentación saludable también ayuda a prevenir enfermedades.
Entre los hábitos que debemos practicar y enseñar a los menores están:
Servir porciones adecuadas a la edad y actividades de cada integrante de la familia
No exigirles que coman todo lo del plato, esto puede llevarlos a comer en exceso cuando sean adultos
Incluir en cada comida variedad de colores y sabores
Habituarlos a consumir agua natural a lo largo del día
Integrar toda clase de frutas y verduras a su alimentación diaria y limitar los alimentos procesados
Respetar los horarios de las 3 comidas: desayuno, comida y cena
Hacer alguna actividad física todos los días o al menos 3 veces a la semana
Todos los fines de semana salir a caminar en familia para convivir y hacer ejercicio
Es nuestra responsabilidad fomentar hábitos saludables en las nuevas generaciones practicándolos, ¡únete!