La capacitación y entrenamiento adecuado de los brigadistas que controlan los incendios es esencial.
Una buena preparación no solo les permite incrementar la capacidad de respuesta ante eventos de gran magnitud, sino que también les resulta indispensable para mantener su seguridad personal.
Los centros regionales de Manejo del Fuego (CRMF) instalados por la CONAFOR persiguen estos propósitos. Son seis y se ubican en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Puebla y Campeche.
El valor más importante durante las tareas de combate de incendios es proteger la vida humana. Un trabajo bien planificado y ejecutado anula cualquier riesgo para la seguridad de los combatientes.
Los combatientes de incendio deben aplicar con rigor las siguientes normas de seguridad:
Prendas de protección
Zapatos resistentes al calor (piel o carnaza) con suela antiderrapante
Pantalón nomex o mezclilla (algodón)
Camisa con mangas largas, de nomex o algodón
Ropa interior de algodón
Googles o lentes
Casco de seguridad
Cantimplora
Paliacate
Medidas rumbo al incendio (a pie):
Seguir caminos y sendas conocidos para evitar perderse.
Ir en grupo.
Seguir instrucciones del guía.
Por la noche, usar linternas y poner atención a zanjas, trincheras y hoyos.
No trepar por rocas si no se está entrenado.
Atención a troncos o rocas que rueden desde el incendio.
Atención a árboles secos o debilitados por el fuego.
Mantener una distancia razonable entre cada dos hombres.
Caminar a paso no excesivamente rápido para evitar fatigarse antes de tiempo.
Cuando se portan herramientas debe guardarse una distancia de 2 metros entre cada persona.
Las herramientas de un brigadista
Herramientas manuales (azadón, machete, pala, bieldo, talacho rastrillo, cazanga)
Herramientas especializadas (pulaski, mc leod, pala forestal, hacha doble filo)
Equipo menor especializado (motosierra, motobombas, antorcha de goteo, mochila aspersora)
Se utilizan también helicópteros y vehículos terrestres, además de equipo y maquinaria pesada.