-XVII-
*Don Miguel León Portilla , reconocimiento aplazado por su quebranto de salud
El ambiente mayormente cultural que generaría la presencia de Don Miguel León Portilla en nuestra ciudad capital, en pleno disfrute de las Fiestas de Fundación de La Paz, que tendrían el mejor ingrediente cultural por el homenaje que se le brindaría a nuestro célebre y galardonado historiador, filósofo, promotor de la mexicanidad y activo defensor de la California Mexicana, se vio entristecido por la noticia de su imposibilidad a estar aquí en su querida península, por motivos de su salud. Bueno, para ser más preciso, muchos nos entristecimos por su postergada visita.
Esperemos en Dios que Don Miguel recupere su salud quebrantada por males crónicos y su avanzada edad, para que en breve pueda acudir a recibir el reconocimiento que el Congreso del Estado y la Universidad Autónoma de Baja California Sur, por separado le entregarán por su plausible labor. El pueblo, los amantes de nuestra historia, hace muchos años que le tenemos en el mejor sitial por su talento y su trabajo.
Al mismo tiempo, es de esperarse, lo comentaba en la anterior entrega, que las instituciones de cultura, gubernamentales o de la sociedad civil, la UABCS y otras universidades, pudieran generar algún encuentro posible del Doctor León Portilla con los universitarios, los intelectuales locales, o bien estar en el Archivo Histórico «Pablo L. Martínez» que orgullosamente impulsó, y que ahora cuenta con el más moderno y adecuado edificio para sus tareas sustantivas, gracias también al trabajo y entusiasmo de nuestra estimada amiga Elizabeth Acosta Mendía.
Es decir, esperemos que este tiempo de espera sea útil en la planeación de algunas actividades correlativas a la estancia de Don Miguel en esta que es su tierra entrañable, a fin de que los interesados en su obra, que nos contamos por miles, podamos tener un espacio de acercamiento, para escucharlo, y alimentar el amor que le prodigamos a esta tierra, a nuestra historia y cultura, y desde luego, que sus intervenciones nos sirvan de aliciente para fundamentar nuevas esperanzas en un mejor presente para nosotros y nuestros descendientes, para quienes nos visitan y para quienes deciden vivir aquí, entre el mar y el desierto, y amalgamarse con nuestra cultura, imbuirse de la forma de vida de nuestros rancheros, agricultores y pescadores, que son el eslabón de la conducción con el pasado indígena que prevaleció en la península hasta su conquista espiritual por los misioneros y su asimilación a la civilización occidental, que también auspició su paulatina y, en lamentables ocasiones, rápida desaparición física.
Tan solo la posible presencia de Don Miguel León Portilla, nos hace reflexionar sobre la necesidad de impulsar con mayor ahínco el conocimiento de la historia y el fortalecimiento de la identidad cultural, rica, diversa, profunda, que tienen todas las regiones de México, entre ellas el noroeste, y la urgencia de que esto sea el mejor dique en contra de la disgregación y del desmembramiento que distintas partes del país están sufriendo, cada vez con mayor fuerza, respecto de la sociedad y la vida comunitaria.
En el caso de nuestra ciudad capital, que hasta el nombre se ha visto afectado por las sangrientas ejecuciones de los últimos años: «La Paz», dicen, «ya no es La Paz»; como lo que están pretendiendo que pase con el nombre «California» que nos remite a esta parte de México, y que viene siendo víctima del despojo por incultura o dolo, y cuyo nombre ha inspirado tantas manifestaciones literarias por su tranquilidad y su belleza junto a sus atardeceres, sus playas e islas, el propio Golfo de California, recuperar nuestra esencia y transformarla con los mejores fines, se hace urgente. La Paz, -pero hay que decirlo, Baja California Sur en lo general- tiene en la educación y la cultura, junto al ecoturismo vinculado realmente con la preservación de la naturaleza, una de las más viables alternativas para fomentar su crecimiento y desarrollo económico, científico y tecnológico, desde luego cultural, si se genera y opera a largo plazo una estrategia institucional de consolidación de la infraestructura educativa, científica y cultural con ese enfoque, porque siendo una ciudad pequeña, quizás media, está a tiempo de recuperar su pasada tranquilidad social.
De ahí, que ampliar y diversificar la oferta educativa, la promoción cultural de esta tierra del noroeste, recuperar foros y congresos de investigación y divulgación, como en su tiempo lo fueron las Semanas de Información Histórica, con motivo de las fiestas de fundación de La Paz, e incrementar todo el trabajo existente actualmente, producción editorial, actividad intelectual de las universidades hacia su entorno, y abrirnos a ese entorno de ciencia, tecnología y educación superior con México y el mundo, se hacen actividades estratégicas que debieran encabezar nuestros gobiernos.
Y como el mejor ejemplo y principio, de recuperación, insisto, Don Miguel León Portilla, es el mejor baluarte. Estamos a tiempo.
#Sus comentarios y sugerencias las recibo en mis correo: civitascalifornio@gmail.com; y valentincastro58@hotmail.com