Imagine un grupo indígena donde las mujeres no saben cómo hablar de sus órganos reproductores, porque su lengua no tiene palabras para definirlos.
Ese pueblo existe. Es la etnia zapoteca, que se ubica en Oaxaca, en el sureste de México.
Palabras como útero, vagina, óvulos o trompas de Falopio no existen en el idioma de las comunidades.
Incluso hablar de esas partes del cuerpo femenino se considera tabú, o un asunto grosero y ofensivo.
El problema va más allá de una deficiencia lingüística.
Muchas mujeres zapotecas mueren por cáncer cervicouterino que no fue detectado a tiempo.
Parte del problema es que no supieron explicar los síntomas que pudieron ayudar a un diagnóstico adecuado. Las mujeres no sabían cómo se llamaban los órganos afectados por la enfermedad.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Oaxaca en el estado fallece un promedio de 170 mujeres al año por este padecimiento.
La mayoría de los casos ocurre en comunidades indígenas.
Diccionario
Esa situación puede empezar a cambiar.
La agencia de publicidad Leo Burnett México diseñó un libro con seis palabras en zapoteco que definen a los órganos sexuales.
El diccionario puede ayudar a un mejor diagnóstico sobre el cáncer.
El documento, llamado Palabras Íntimas o Diidx xgáatz en zapoteco, fue elaborado por lingüistas, médicos y mujeres zapotecas de San Bartolomé Quialana.
Se trata de una comunidad donde el 70% de sus habitantes sólo habla zapoteco.
Los términos diseñados no sólo dan nombre a los órganos, sino que también explican su función con base en la cultura zapoteca.
Así, matriz se llama Li´z Bdo´o pero se define como «la casa del bebé».
El óvulo se llama Xbí´in Una´a y significa «semilla de la mujer».
Las trompas de Falopio son «el camino de la semilla de la mujer», y su nombre en zapoteco es Xnesiou Bíint Bttn.
Ovario es Rud Raach Xpí´in Una´a, «donde nace la semilla de la mujer».
«La puerta de la casa del bebé» es el cuello uterino y en zapoteco se escribe Rú´u Liiz Bdo´o.
Y vagina se pronuncia Rú ´u Rdxa´a Za´a Bttnt y significa «donde se une la pareja».
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Alta incidencia
Ana Luna, ejecutiva para Latinoamérica de la agencia, dice que la incidencia del cáncer en la comunidad, como otros pueblos indígenas del país, se debe a las condiciones precarias de sus habitantes.
Pero no es sólo un asunto médico, explica a BBC Mundo.
El cáncer cervicouterino es una de las principales causas de muerte en mujeres indígenas
«Si hubiera miles de doctores que fueran a asistir en las comunidades el problema real es que hay muchas barreras de lenguaje entre ellos y los pacientes», señala.
Cuando alguna mujer acudía al médico no sabía explicar en qué parte del cuerpo tenía molestias.
Y es que la única palabra con que contaban era el equivalente zapoteco a estómago.
El resultado son diagnósticos muy generales o equivocados.
Señas
Con esas dificultades, ¿cómo se hacían entender las mujeres de la comunidad ante los médicos?
«Con señas», le dice a BBC Mundo Blanca Iris Sánchez, trabajadora del centro comunitario de San Bartolomé Quialana.
«Cuando iban con el médico se tocaban y decían: me duele allá abajo, pero no sabían decir en dónde».
«Por el desconocimiento de cómo explicar no había un diagnóstico bien. Decían me duele el vientre o por acá pero sin saber cómo explicar el nombre exacto».
Hablar de sus órganos reproductivos rompe el tabú sobre la sexualidad en mujeres zapotecas
Sin embargo, la falta de palabras para definir a los órganos reproductores es una parte del problema.
En San Bartolomé, como en otras comunidades zapotecas o de otras etnias,hablar de sexualidad es un tabú.
«Tienen mucha vergüenza de hablar de eso, para los primeros síntomas de alguna enfermedad grave no acuden pronto a la clínica, se esperan hasta que la enfermedad es muy avanzada», dice Blanca Iris.
«Grosería»
Un ejemplo del tabú sobre la sexualidad es que la palabra más difícil de definir para el diccionario fue vagina, explica Luna.
En la lengua zapoteca hay un término para referirse a ese órgano, pero tiene una connotación ofensiva.
Para muchas mujeres zapotecas hablar de su cuerpo es vergonzoso.
Algo que es muy presente entre los hombres, dice Iris Sánchez.
«Les enseñaron que nunca en sus casas se habló de eso, o si hablaban era para referirse a una grosería y se quedaron con esa idea».
La creación de palabras para definir órganos sexuales femeninos puede ayudar a cambiar el contexto social, dice Ana Luna.
En la elaboración del documento se realizó un taller al que asistieron mujeres de la comunidad, y también un hombre.
Durante el encuentro, con láminas y dibujos, médicos y enfermeras explicaron las partes del cuerpo que pretendían definir.
Un primer paso, señala la ejecutiva de la agencia Leo Burnett.
«Fue para romper un tabú, que las mujeres puedan hablar libremente de su cuerpo».
Hasta ahora el diccionario Palabras Íntimas se distribuye únicamente en San Bartolomé Quialana.