Humedales de México ofrecen sitios de descanso, anidación, reproducción, alimentación e hibernación para millones de individuos.
Entre los hábitats nacionales clave del continente americano para mantener poblaciones saludables de aves playeras, sobresalen 18 sitios de nuestro país.Entre los hábitates nacionales clave del continente americano para mantener poblaciones saludables de aves playeras, sobresalen 18 sitios de nuestro país.
Las aves playeras constituyen un importante grupo de vertebrados con diversidad de formas y tamaños. Presentan rasgos comunes como ser acuáticas y ubicarse entre la fauna migrante de mayor alcance por las largas distancias que recorren para encontrar abrigo, alimento, sitios de descanso y de reproducción.
Estas aves son importantes indicadoras del estado de conservación de los ecosistemas que habitan, por lo cual preocupa la caída en las cifras de su población, inquietud que comparten ornitólogos y organismos como la Red Hemisférica de Reservas las Aves Playeras (WHSM, por sus siglas en inglés).
Estos expertos alertan sobre la importancia de conservar a estas grandes voladoras mediante esfuerzos internacionales coordinados en cada uno de los países por los que transita esta fauna en sus largas travesías, y desde hace un lustro, junto con ornitólogos de distintas latitudes, celebran cada 6 de septiembre del Día Mundial de las Aves Playeras.
La WHSM es una estrategia de conservación lanzada en 1986 con la designación del primer sitio, en Bahía de Delaware, Estados Unidos, y trabaja en 15 países por la conservación de más de 14.9 millones de hectáreas donde habitan aves playeras.
México desempeña un papel estratégico en la migración de muchas de estas aves. Para especies que hibernan en Centro y Sudamérica, sus humedales son sitios de paso y para otras son sitios de anidación, descanso y reproducción. Entre los hábitats nacionales clave del continente americano para mantener poblaciones saludables de aves playeras, sobresalen 18 sitios de nuestro país, a saber:
Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, Bahía de Santa María, Bahía de Tóbari, Bahía de Todos Santos, Bahía Magdalena, Complejo Lagunar Ojo de Liebre-Guerrero Negro, Complejo Lagunar San Quintín, Complejo San Ignacio, Ensenada de la Paz, Ensenada de Pabellones, Lago de Cuitzeo, Laguna Madre, Lago Texcoco, Llano de la Soledad, Marismas Nacionales, Pastizales de Janos y Ascensión, Playa Ceuta, Sistema Lagunar Huizache-Caimanero.
Muchas de las especies de aves playeras emprenden su viaje en estos primeros días de septiembre desde sus áreas de anidación y reproducción en el Ártico hasta el Polo Sur, o bien, a alguna costa, y descansan o hibernan en territorio nacional donde son motivo de admiración para el turismo que visita estos privilegiados espacios ideales para contemplar y aprender a conservar la naturaleza.