Su uso causa graves desequilibrios en los ecosistemas y la salud humana
La tragedia de Bophal, India, ocurrida el 3 de diciembre de 1984 tras explotar la planta de Union Carbide en esa ciudad y fugarse 27 toneladas del gas tóxico metil isocianato, causó la muerte de 16 mil personas y la intoxicación de 500 mil, lo que llevó a las 400 organizaciones de la Red de Acción en Plaguicidas a instaurar esa fecha como Día Internacional del No Uso de Plaguicidas.
El llamado es a reflexionar sobre el uso de agroquímicos y el depósito de sus envases, prácticas que generan graves desequilibrios en los ecosistemas por la creciente contaminación de suelos, aire y cuerpos de agua, incluso mares, los alimentos y la salud humana.
Tales peligros han llevado a:
Retirar del mercado mundial cientos de agrotóxicos al confirmarse su peligrosidad para el medio ambiente y los seres humanos.
Informar sobre la fabricación de agroquímicos en países desarrollados para venderlos a naciones en desarrollo, por ejemplo: organofosforados, como el clorpirifós, y el endosulfán, prohibidos en Europa y Estados Unidos.
Señalar que la aplicación de glifosato genera resistencia de insectos y plantas, por lo cual se recurre a duplicar o triplicar las dosis, o se provoca el empleo de herbicidas o plaguicidas más tóxicos.
Advertir que el mayor costo social son las muertes e intoxicaciones agudas y crónicas que afectan a trabajadores/as agrícolas y a la población expuesta a plaguicidas
Considerar estudios que revelan que mujeres y niñas tienen particular vulnerabilidad a plaguicidas que alteran la función endocrina (clorpirifos, captan, cipermetrina, tebuconazole, lambdacialotrina), causan daño neurológico, deterioro reproductivo, cánceres y defectos de nacimiento.
La importación de plaguicidas con el fin de ser utilizados en el mercado mexicano para su distribución, venta, aplicación, fabricación, envasado y formulación está sujeta a control de la SEMARNAT y debe cumplir con la legislación sanitaria vigente.