Un grupo de jóvenes radicales, aprovecharon una manifestación ciudadana en la capital del estado para atacar con piedras y otros proyectiles a policías, robar armas de patrullas y destruir la fachada trasera y lateral del Palacio de Gobierno.
La Fiscalía de Chihuahua informó que luego del ataque violento a policías y al Palacio de Gobierno se detuvo a 100 personas, entre ellas algunas provenientes del estado de Oaxaca y del sur del país.
Sin determinar el número de personas del sur del país, o si pertenecían a un grupo político, la Fiscalía informó que todos los detenidos serán acusados de los delitos de daños, lesiones, sedición y motín.
Además, a uno de los manifestantes detenidos se le aseguró una arma de fuego calibre 380, marca Glock, por lo cual se llevan a cabo las investigaciones en torno a la procedencia de la misma.
Asimismo, precisó que 18 agentes de la policía estatal única resultaron lesionados, uno de ellos con una fractura de gravedad en la región cefálica.
La Fiscalía indicó que tres patrullas fueron dañadas, de las cuales fueron sustraídas del interior cuatro armas de fuego de alto poder, dos armas largas calibre .223 automáticas y dos pistolas calibre nueve milímetros.
Desde el lunes, el grupo civil Unión Ciudadana convocó a una manifestación pacífica en el Palacio de Gobierno de Chihuahua, para ayer a las 10:00 horas, en protesta contra el desabasto de gasolina, el deficiente transporte urbano, entre otras denuncias, llamado que subió a las redes sociales.
Desde temprano, un millar de gentes de la organización y otros que vieron la invitación en internet se reunieron frente al Palacio de Gobierno, aunque casi de inmediato la situación se salió de control, cuando un grupo de jóvenes que asistieron a la convocatoria incitaron a entrar a las oficinas de gobierno, destruyendo las puertas.
Los manifestantes, encabezados por Jaime García Chávez y Víctor Quintana, entre otros, llamaron a los ciudadanos a retomar la calma cuando los jóvenes se trasladaron a la parte trasera del Palacio de Gobierno, y empezaron a destruir la puerta principal de este histórico edificio, donde fue fusilado Miguel Hidalgo y Costilla.
Jóvenes esbozados, autocalificados como anarquistas, levantaron rejillas del alcantarillado, piedras y tubos, y empezaron a arrojarlos contra los ventanales y la puerta, empezando así la destrucción del edificio, considerado patrimonio de la nación.
Elementos de la policía estatal trataron de ahuyentarlos con gas pimienta, polvo de los extintores del edificio y gas lacrimógeno