A partir del hongo arenícola facultativo identificado como Aspergillus sp, científicos de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM detectaron una serie de compuestos importantes en el estudio del cáncer.
Éstos cuentan con propiedades únicas para desarrollar fármacos inhibidores de la glicoproteína de permeabilidad o P-gp, involucrada en procesos cancerígenos, en especial en aquellos resistentes a agentes quimioterapéuticos.
Los alcaloides aislados pertenecen a la categoría de las dicetomorfolinas, y han demostrado ser candidatos para inhibir proteínas involucradas en los procesos de crecimiento de células cancerígenas, dijo Mario Alberto Figueroa Saldívar, del Laboratorio de Productos Naturales de Origen Microbiano.
“En este laboratorio del Departamento de Farmacia hacemos investigación multidisciplinaria que involucra la selección de diversas fuentes vegetales y sustratos de hábitats inexplorados de México, para el aislamiento de microorganismos únicos; la finalidad es encontrar especies que produzcan compuestos importantes para la cura y tratamiento de diversos tipos de cáncer”, dijo.
A la fecha, cuentan con una colección de más de 400 taxones fúngicos y actinomicetos en forma pura. Además, han observado que tanto las bacterias como los hongos tienen propiedades citotóxicas contra diversas líneas celulares de mama y colon.
Hasta ahora “tenemos los extractos activos de estos microorganismos y estamos en proceso de obtención de las moléculas responsables de la citotoxicidad”, acotó.
El doctor en ciencias químicas explicó que las bacterias se obtuvieron de muestras de sedimentos de distintas pozas de agua de la reserva ecológica de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, mientras que los organismos fúngicos (saprótrofos y arenícolas facultativos) fueron aislados de muestras de suelo y matas microbianas en ese mismo entorno.
Los universitarios recolectaron cerca de siete muestras y han explorado biológicamente una colección de más de 80 hongos endémicos, y encontraron que el 10 por ciento de éstos son muy activos e inhiben, en concentraciones muy pequeñas, el crecimiento de las líneas celulares tumorales. “Enfocamos nuestros esfuerzos a estas cepas, que producen metabolitos biodinámicos”, subrayó Figueroa Saldívar.
El objetivo es evaluar su actividad biológica y evidenciar que pueden servir como fármacos potenciales para el tratamiento y desarrollo de un posible medicamento.
“Las bacterias y hongos son excelentes productores de nuevas moléculas líderes. En el caso de los hongos, se ha demostrado que originan antibióticos y moléculas que sirven como herbicidas. A la fecha no hay anticancerígenos en la terapéutica obtenidos a partir de éstos”, concluyó.