Con la propuesta de transparentar todas las áreas de su administración, el candidato panista por la alcaldía de Hermosillo, Damián Zepeda Vidales, destacó la creación de un sistema municipal que combata la corrupción de manera frontal y directa.
“Haremos observatorios ciudadanos para que el ciudadano participe en el seguimiento del gasto y sobre todo en la ejecución de las obras. Sistemas de compras que permitan tener la participación de la gente, y al mismo tiempo sistemas electrónicos de compras que reduzcan la discrecionalidad en la toma de decisiones del gobierno”.
Zepeda Vidales dijo que métodos como las subastas en reversas son un ejemplo de cómo evitar discrecionalidad, como la transparencia ayuda a evitar corrupción y a generar ahorros en gobierno.
“Lo que hace este sistema de compras que logramos exista en ley y que usáremos en el gobierno municipal es que pones a competir abiertamente a los proveedores, les das un folio electrónico, se registran, una vez revisada la calidad del producto empieza la subasta y en lugar de ver quién da más es quien oferta su producto más barato sin poder mover ya la calidad, lo que genera es una competencia pública por internet en donde gana quien ofrece a menor precio, así de sencillo, sin ninguna forma de manipularlo. Tengo cero tolerancia a la corrupción y creo que con esquemas de transparencia podemos asegurar un buen manejo de los recursos”.
Asimismo recalcó la importancia de contar con una contraloría ciudadana, en donde el papel del contralor en este nuevo modelo de la reforma federal, es un rol mucho más enfocado a la prevención y a la mejora de procesos.
De la suma de estas: contraloría ciudadana, observatorio ciudadano, esquemas novedosos de compra y transparencia total en línea es lo que nos da el sistema municipal anticorrupción. ¿Para qué? Para que todo ciudadano esté seguro que se combate de manera frontal la corrupción en el gobierno”.
También subrayó que este nuevo esquema estará derivado de la reforma en donde habrá un tribunal donde se pueda acusar, lo que implica que la contraloría se enfoque más a mejorar, ya que ni un solo acto de corrupción va a ser tolerado.