El especialista Miguel Escalante Pulido dijo que el consumo excesivo de papa, en cualquier forma de presentación, incrementa el riesgo a presentar diabetes mellitus, al margen del peso, estilo de vida y actividad física de los individuos.
El jefe del departamento de Endocrinología en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del IMSS Jalisco añadió que un estudio de seguimiento a 10 años en 200 mil consumidores de dicho alimento, hecho en Estados Unidos, arrojó resultados contundentes.
«Quienes consumían entre dos y cuatro veces por semana papas en cualquier presentación se incrementó el riesgo en 7 por ciento, pero aquellos que lo hacían más de siete veces por semana aumentó 33 por ciento, independiente de su peso, estilo de vida, actividad física u otros factores dietéticos que pueden influir en el resultado», apuntó.
Agregó que el alto contenido de almidón de dicho alimento propicia una sobrecarga en el funcionamiento del páncreas y con esto se aumenta la propensión a diabetes.
El experto aclaró que esto es apenas una pequeña parte del problema «porque existen otros productos con alto índice glucémico como aquellos elaborados con harinas y azúcares, es decir, altos en carbohidratos, además de las grasas.
Indicó que los investigadores también encontraron que quienes consumían más de tres veces por semana papa al horno o en forma de puré, con mantequilla, tenían 4 por ciento de probabilidades de enfermar de diabetes.
«Pero en quienes las comían fritas, el riesgo se iba hasta 20 por ciento, es decir, inclusive la forma de preparar la papa se relaciona con un mayor o menor riesgo», añadió.
Escalante Pulido destacó que aunque el estudio en mención se hizo en Estados Unidos, cuya población es altamente consumidora de papas, en México no existe un rastreo similar, aunque sí el gusto arraigado por dicho alimento, sobre todo en la forma frita.
«Un alimento tan sencillo como la papa y su consumo exagerado, de más de dos o cuatro veces por semana, ya empieza a incrementar el riesgo a desarrollar diabetes, no se diga si la consumimos diario», advirtió.
Subrayó que en este seguimiento «se encontró que si se reemplaza la papa tres o más veces a la semana, por igual cantidad de fibra, esto es, cereales o granos enteros, el riesgo a presentar diabetes baja entre 18 y 20 por ciento».
«Todos los alimentos tienen su lugar en la dieta del individuo, no hay que catalogarlos como ‘malos’, al final del día uno debe seleccionar la cantidad y la frecuencia en el consumo, pero además la preparación, porque no es lo mismo consumir puré de papa o una papa horneada, a que esté frita en aceite», concluyó.