El sobrepastoreo y los cambios climáticos son los principales factores que afectan a los agostaderos, superficies secas que producen importantes y variados recursos: minerales, forrajes, plantas medicinales, entre muchos otros.
Los agostaderos son muy importantes, por lo que es muy necesario brindarles un cuidado especial a través de técnicas especiales que te presentamos a continuación:
Las técnicas de rehabilitación de los agostaderos se deben aplicar antes del inicio de las lluvias, con el fin de que el terreno pueda captar el agua precipitada y retenga la mayor humedad posible.
La restauración de agostaderos áridos y semiáridos ha sido realizada principalmente mediante resiembra después del control de arbustos y preparación de la cama de siembra.
El equipo de preparación de cama de siembra más frecuentemente usado en los agostaderos es arado de discos, rastra de discos, arado desenraizador, arado subsoleador, rieles, rodillo impresor de suelos y el rodillo aereador
Las prácticas capaces de remover selectivamente las especies indeseables en los agostaderos son las preferidas.
Para clarear los agostaderos se emplean métodos manuales, que incluyen el arrancado manual y uso de herramientas (hacha, machete, motosierra, desbrozadora, entre otras) en altas densidades de plantas agresivas.
Practicar la quema prescrita, que consiste en usar el fuego con la finalidad de reducir altas infestaciones de especies arbustivas peligrosas.
Sembrar pastos que se adapten a las condiciones de clima y suelo de cada región.
El pastorear con la carga animal adecuada es la técnica más sencilla y económica que permite mantener estos campos en buenas condiciones.
Trazar bolsas en los terrenos. Estas son bordos de tierra que se utilizan con la intención de captar agua de arroyos y desviarla hacia otras partes del rancho.
Levantar curvas de nivel (pequeños bordos) contribuye a que el agua de lluvia cosechada no se deslice en corrientes que causen erosión (desgaste del suelo).