Científicos ambientales han declarado una «emergencia climática global», después de descubrirse que la corriente de chorro atmosférica del hemisferio norte ha cruzado el ecuador, lo que conlleva cambios «sin precedente» en las pautas climáticas globales.
Robert Scribbler y el investigador de la Universidad de Ottawa Paul Beckwith advirtieron sobre las consecuencias «desestabilizadoras del clima y creadoras de condiciones extremas» de este cambio en la corriente. Los científicos consideraron muy probable que las anomalías fueran precipitadas por el cambio climático provocado por los humanos, el cual ha causado que la corriente de chorro disminuya su velocidad y cree olas más grandes.
Scribbler escribió en su blog ambiental: «es la imagen exacta de un enrarecimiento atmosférico debido al cambio climático. Algo que en definitiva no ocurriría en un mundo normal y que, de continuar, amenaza en lo fundamental la integridad estacional».
El bloguero explicó que la barrera entre las dos corrientes de chorro genera la fuerte división entre verano e invierno, y que podría comenzar la «muerte del invierno» si es erosionada a medida que la temperatura cálida se infiltra en la «zona invernal» del año. Agregó: «Conforme los polos se han calentado debido al cambio climático inducido por la humanidad, las corrientes de chorro hemisféricas han salido cada vez más de las latitudes medias. El resultado es esta mezcla de estaciones que desestabiliza el clima y genera condiciones extremas.»
Entre tanto, Beckwith confirmó que los cambios darán lugar a un periodo sostenido de «desbarajuste del sistema climático» que puede resultar difícil de resolver.
Señaló: «Nuestro sistema climático continúa comportándose en formas nuevas y alarmantes que nunca se habían vislumbrado. Bienvenidos al caos climático. Debemos declarar una emergencia climática global. La conducta de la corriente de chorro sugiere daños enormes a la oferta mundial de alimentos y tiene el potencial de crear una tremenda perturbación geopolítica. Ocurren cosas muy extrañas en el planeta en este momento.»
Existen dos formas de corrientes de chorro –polar y subtropical– y los hemisferios norte y sur tienen una de cada una. Son producto del calentamiento de la atmósfera por la radiación solar, y la fuerza de la inercia las mantiene en su lugar.