Desde tiempos ancestrales, el chocolate se vincula con muestras de afecto y amor, experiencias que perduran en la actualidad gracias al sabor y versatilidad de este alimento que tiene origen en el campo mexicano.
En nuestra historia, este ingrediente ha estado presente en fiestas de compromiso y matrimonios. Diariamente el emperador Moctezuma bebía varías tazas de cacao mezclado con agua y otros ingredientes prehispánicos antes de encontrarse con sus esposas.
Los mexicas asociaban al cacao con el corazón humano, para ellos ambos elementos contenían líquidos preciosos, el primero representaba la sangre y el segundo el chocolate.
En la actualidad, obsequiar chocolates en forma de corazón y en sus diversas presentaciones se ha vuelto una constante.
El cacao mexicano ha traspasado fronteras y actualmente se ubica en el octavo lugar de producción a nivel mundial con 27 mil 844 toneladas al año.
Su sabor y versatilidad permiten combinaciones con ingredientes como vainilla, chile y canela, además de la grana cochinilla, un elemento que aporta un tono rojo carmín, color característico de las celebraciones del amor y la amistad.
Ana Rita Garcia-Lascurain, directora del Museo del Chocolate recomienda consumir chocolate elaborado con cacao mexicano y, entre otras experiencias, realizar una cata por los diversos sabores que generan los cacaos que se producen en nuestro país.
También sugiere un recorrido por el origen, historia y procesos del chocolate que ha conquistado países como Estados Unidos, Bélgica y Países Bajos e inspirado recetas y diseños tan artísticos que encantan en toda ocasión.
Los principales productores de cacao a nivel nacional son: Tabasco, 17 mil 374 toneladas; Chiapas, nueve mil 707 toneladas y Guerrero con 245 toneladas; en una superficie que en conjunto registra 58 mil 768 hectáreas.