Luego de reportar pérdidas por más de 2 mil 700 millones de pesos y de la negativa de la Secretaría de Hacienda a continuar financiando su rescate, Superissste ha tomado la determinación de cerrar un poco más de 140 locales, ente tiendas de autoservicio y farmacias, que se suman a los 83 que dejaron de funcionar el pasado primero de agosto.
Meses de deudas a proveedores provocaron un visible desabasto en la red, incluyendo su tienda principal y sede de las oficinas centrales, ubicada en calle de Vértiz, colonia Narvarte. Según reporta el diario La Jornada, prácticamente los únicos clientes que continúan acudiendo a comprar son jubilados y pensionados, debido a que cuentan con descuento.
Así, el consejo directivo de Superissste determinó continuar operando sólo 70 establecimientos, la mayoría en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, debido a que existe un convenio con el sindicato del ISSSTE para conservar estas unidades.
En la reunión, se dio a conocer que las ventas de Superissste asciendieron a más de 3 mil 500 millones de pesos durante el año pasado, cifra mil millones menor a la de 2013. Además, se consignó que los gastos operativos fueron de 2 mil 121 millones de pesos.
Con el cierre de las tiendas y farmacias, se enfrenta la problemática de los puestos de trabajo que se eliminarán. Trabajadores denunciaron que más de mil empleados de confianza dejarán sus funciones esta semana, algunos con más de 20 años de antigüedad. Sin embargo, la dependencia federal aseguró que “ninguno de los trabajadores perderá su empleo, pues se le dará la opción de ser reubicado, de optar por su jubilación, o bien por la liquidación”.