México es un importante productor de cacao, semilla de origen prehispánico que se transforma en chocolate, un producto que destaca por su historia y sabor.
Hoy celebramos al chocolate, que desde hace 23 años se festeja cada 13 de septiembre. Su nombre proviene de la palabra “Xocoatl” y es homenajeado en todo el mundo por sus propiedades, sabor y versatilidad.
Su consumo aporta diversos beneficios a la salud: Vitaminas A y B, minerales, hierro, potasio, fósforo, zinc y selenio. Se le reconocen sus propiedades antioxidantes, cada bocado es un complemento para la vida y la felicidad.
Este dulce alimento tiene origen en el cacao, semilla que tras un proceso de transformación se moldea en chocolate: selección, fermentado, secado, limpieza, molienda, tostado y prensado; de lo que se obtendrán pastas, manteca, cacao y chocolate en polvo y en barra.
Desde tiempos ancestrales forma parte de nuestra historia, primero como líquido mezclado con especias, una bebida para los dioses; años más tarde es transformado en Europa como ingrediente sólido de confitería. Actualmente es base estrella de preparaciones dulces y saladas.
El chocolate es el detalle por excelencia, en el Museo del Chocolate lo preparan en bombones, trufas, tabletas y piezas de escultura. La preparación incluye un trabajo de metate, estofones, comales y las técnicas de repostería que se aplican para lograr piezas de confitería en un proceso artesanal.
Sin cacao no hay chocolate destaca el chef Daniel Sánchez quien en una frase define a este dulce elemento “qué tan santo es el chocolate que de rodillas se muele, juntando las manos se bate y mirando al cielo se bebe”.
Tabasco, Chiapas y Guerrero son los principales productores de este ancestral elemento. Anualmente México produce 27 mil 287 toneladas de cacao, cifras que lo colocan en posición número 13 de producción en el mundo.
