Ignacio Inzunza Tamayo
La fecha impostergable llego, el 10 de Septiembre tomo Posesión como el Octavo Gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis, el escenario, la Explanada de la Plaza Reforma del Gobierno, ahí delineo en su discurso lo que prometió en campaña, un Mejor Futuro para todos los Sudcalifornianos y un futuro incómodo y azaroso para la oposición, Priísta por herencia, panista circunstancial, a diferencia de su antecesor y de la demás clase política, Carlos Mendoza se preparó para Gobernar, abogado de Profesión por la UNAM obtuvo una maestría en Derecho en la Universidad Cornell de Nueva York para más tarde lograr estudios de especialización en política comparada gracias a una beca que obtuvo en Londres, Inglaterra, pero lo que lo llevo a despegar en la política local fue el desgaste político del gobierno de Narciso Agundez, autor de la debacle perredista al tratar de imponer a su sucesor al estilo político de los setentas, heredar el poder por el poder mismo, quedo atrás en el ideario político del México del Siglo XX, Mendoza supo aprovechar la oportunidad y opero el acercamiento político de Marcos Covarrubias con el panismo de Calderón y lo empoderaron en una de las elecciones más competidas en la historia electoral de Baja California Sur, nombrado secretario General de Gobierno armo la rendición de cuentas del pasado gobierno Agundista y metió a las cárcel al exgobernador juntos con sus operadores, de ahí busco su propio espacio político y lo logro al entrar al Senado de la Republica, no sin dejar de armar una estrategia eficaz en los medios en contra de la reforma fiscal en materia de homologar el IVA a 16% en los estados fronterizos, sin oposición interna, nunca cupo la menor duda de que sería ungido candidato a gobernador en el 2015 y así fue, la frase, “Un Mejor Futuro” quedo como la marca que apoyaban las clases medias, esas que le dieron el gane al PRI en el 2012 con Peña Nieto y que volvió senador a Ricardo Barroso, la misma que metió al PRI en la pelea electoral en 2011 y coloca a Esthela Ponce en la alcaldesa de la Capital del Estado, La Paz, el resultado electoral les dio espacio en la política a jóvenes del PRI, esa mismo votante clase mediero, que no llenan eventos políticos pero que si meten votos en las urnas le dio el gane a Carlos Mendoza con poco más de 110,000 votos. La diferencia para lograr este resultado a favor de Mendoza fue su cercanía con el Gobernador y su equipo de campaña, las estrategias bien definidas y estructuras solidad para movilizar el voto. La lejanía entre equipos de campaña del PRI, la falta de estrategia para defender la marca ante la negativa popular por la homologación del IVA cobro su factura. Los fantasmas de la negociación del Estado en Los Pinos solo los ven los que promovieron la división interna.
En el tiempo el PRI tendrá que precisar porque perdió su oportunidad de recuperar el poder local sin ni siquiera mantener sus votos obtenidos en el 2012, por lo pronto, la queja es la misma de hace 16 años cuando perdió por primera vez, la “sana distancia” del entonces presidente Ernesto Zedillo o la ruptura que provoco la salida de Leonel Cota, la retórica es la misma pero con diferentes actores, en Baja California Norte el PAN se institucionalizo como marca del estado precisamente por las mismas circunstancias que vive hoy Baja California Sur, con un PAN fuerte, un PRI sumido en la debacle perdiendo y recuperando su techo de votación en cada elección intermedia, Castro Trenti perdió la elección frente a Kiko Vega del PAN con la misma receta del PRI sudcaliforniano del 2015, como un deja vu electoral, y problamente en las futuras elecciones, y con el tiempo el PRI del sur tendrá que hacer lo que hace el PRI del norte, franquiciar la marca a figuras externas que puedan costear una campaña electoral y así poder competirle a un estado panista.
Por su parte, Carlos Mendoza asumió el poder gracias a ser buen estratega en el manejo de los medios, fue su propio vocero, delineo su propia estrategia electoral sin coordinador de campaña y supo traducir su cercanía con el gobierno de Covarrubias en movilización de votos a su favor y fue el 10 de Septiembre que les prometió a todos por igual un mejor futuro, hijo del primer Gobernador electo de Baja California Sur Ángel Cesar Mendoza Aramburo 1975-1982, destacó que en su gobierno buscara un crecimiento economico sin precedentes al establecer una relación especial con la costa oeste de Estados Unidos y los mercados orientales, logrando una zona de interés comercial que se expanda desde Los Cabos hasta Alaska y en materia de seguridad prometió lo que no cumplio Covarrubias y sus buenas “intenciones” de desterrar de la entidad a los “grupo violentos” que tiene asediada a la ciudad de La Paz. En fin, economía, empleo y seguridad serán los ejes de su gobierno, por lo pronto empieza la primera mitad de su gestión con un “bono” democrático: Mayoría absoluta en el congreso local y cinco alcaldes de respaldo político, sin una oposición fuerte con que lidiar, con una izquierda sumisa y anclada en su gobierno y un PRI Cosmopolitan, sin agenda opositora inmediata, comandado por grupos políticos con mentalidad vieja y lamentada, autoritaria y sin propuesta para recuperar a esa clase media que no pega calcas ni se acarrea pero que llena urnas. Al Tiempo!!!
Twitter: @ignacioinzunza
