POR ARIEL VILCHIS
Cuando el profesor Víctor Castro Cosío se alzó con la victoria en el proceso electoral del 2018 alcanzando un escaño en el senado de la república, pensó que sería fácil. Luego, al ser nombrado por el propio presidente de México en un cargo de alta relevancia en Baja California Sur –como lo es el de delegado federal de programas para el bienestar– sus más allegados sintieron que la candidatura a la gubernatura era suya.
Pues bien, lo anterior cada vez está más alejado de la realidad. Y es que definitivamente las candidaturas de morena a las 15 gubernaturas que se disputarán en el 2021 será una verdadera batalla entre los grupos políticos que convergen al interior de ese partido político.
Ciertamente hay quienes afirman que las candidaturas las definirá solamente el presidente y que entre las propuestas se encuentra el profe por una cuestión de afectos y lealtad más que por eficiencia y eficacia para gobernar. Sin embargo también hay quienes sostienen que al interior de morena existen cuadros con el peso político y el trabajo de tierra que les da méritos para alcanzar la ansiada candidatura.
En esa línea de flotación se encuentran los alcaldes morenistas de La Paz y Los Cabos Rubén Muñoz Álvarez y Armida Castro Guzmán.
Ambos alcaldes juegan un papel importante al interior de morena al gobernar prácticamente a 75% de la población del estado y, por supuesto, contar con el mayor número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral.
Tanto Rubén como Armida portan la camiseta bien puesta del gobierno morenista. Abiertos al trabajo coordinado entre las instancias de gobierno sin poses extremistas o discursos estridentes, porque reconocen que su mayor responsabilidad es con los ciudadanos que gobiernan y que es el trabajo que realizan en sus municipios una fortaleza para alcanzar sus objetivos en la contienda interna de morena por las candidaturas.
Tienen la ventaja de pertenecer a un grupo político sólido en Baja California Sur con lazos nacionales, lo que hace reflexionar que le llevan ventaja a quien pensaba que tenía en la bolsa una candidatura sin mucho esfuerzo: el profe Victor, el puchas Castro.
“Caballo que alcanza, gana” dicta un viejo refrán que es bien conocido por los rumbos de Santiago. Y eso mantiene intranquilo a quien se pensaba solo en la carrera de morena por la gubernatura que se disputará en el proceso electoral del 2021. Hoy por hoy, al interior de morena las candidaturas no tienen nombre. Ya veremos si se impone el trabajo, el oficio político, las alianzas que fortalezcan proyectos o la balanza se inclina a candidaturas de amigos, de lealtades aun cuando tengan el sello de ineficientes, de falsas promesas y llenos de retórica. Es mi opinión, al tiempo…
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