El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó que una de las armas halladas en el escondite del líder del cártel de Sinaloa esta asociada con el fallido operativo “Rápido y Furioso”.
En una carta dirigida al Congreso, el departamento indicó que el fusil calibre 0.50 recuperado tras el arresto de Joaquín Guzmán Loera fue rastreado hasta el programa de rastreo de armas traficadas.
El fusil fue una de las 19 armas de fuego recuperadas del escondite y fue el único que determinaron estaba relacionado con el operativo implementado por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés).
El fusil fue adquirido en julio de 2010 a un intermediario desconocido. El comprador habría sido identificado e investigado pero nunca le levantaron cargos.
El arma en posesión de “El Chapo” no está asociada con otro crimen, subrayó el Departamento de Justicia.
A enero de 2016 la ATF ha recuperado 885 armas de fuego del operativo, varias de ellas han estado relacionadas con crímenes violentos, “particularmente crímenes que resultan en la muerte de civiles”, reconoció el subprocurador general Peter Kadzik.
El arma en cuestión no fue presentado en un inicio por funcionarios mexicanos. En una segunda entrega pidieron el rastreo de 11 fusiles que, de acuerdo con las autoridades, también fueron hallados en la casa de seguridad del capo. A diferencia de los primeros 8 fusiles presentados estos fueron enviados en primer lugar a la Ciudad de México para ser rastreados.